En un devastador ataque contra una escuela en Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza, al menos 29 personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas, según denunciaron las autoridades de Hamás. La escuela, que servía de refugio para desplazados, se convirtió en escenario de una tragedia que afectó principalmente a mujeres y niños, de acuerdo con las últimas cifras proporcionadas por el gobierno de Hamás en el enclave.
La Media Luna Roja Palestina, presente en el terreno, confirmó el alto número de afectados, transportando a los heridos a dos hospitales locales sin dar una cifra exacta de víctimas. Este ataque se suma a una serie de violentos enfrentamientos que, según el gobierno de Hamás, elevaron el número de mártires a 60 en las últimas horas, tras ataques previos en campos centrales.
Este ataque llega en medio de una escalada de violencia que ha durado nueve meses y ha devastado al enclave palestino, dejando más de 38.000 muertos y miles de desaparecidos. Las operaciones militares se han centrado en diversas localidades, causando un alto número de víctimas civiles, entre ellas, en el campo de refugiados de Nuseirat, donde una misma familia perdió a 17 de sus miembros, incluidos menores y mujeres.
El ataque a Jan Yunis, donde se alojaban muchos desplazados de la invasión terrestre de Rafah, no ha sido confirmado oficialmente por Israel hasta el momento. Este episodio se suma a intensos bombardeos en otras áreas, provocando más muertes entre civiles, indicativo de la intensidad del conflicto en regiones densamente pobladas.
Mientras tanto, Israel y Hamás se encuentran en conversaciones sobre un pacto de tregua, buscando la liberación de rehenes israelíes en Gaza y el permiso para la entrada de ayuda humanitaria. Sin embargo, los recientes ataques amenazan con echar por tierra estas negociaciones. El jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, expresó su preocupación de que los actuales enfrentamientos puedan llevar las conversaciones «al punto cero».
Este nuevo ataque aísla aún más las perspectivas de paz en la región, dejando a la población civil atrapada en medio de un fuego cruzado que no muestra signos de disminuir. La comunidad internacional observa con creciente alarma la escalada de violencia, buscando formas de interceder para poner fin a un conflicto que ha cobrado demasiadas vidas innocentes.
