La Asociación del Parkinson de Familiares y Enfermos de Albacete (Afepa) se enfrenta a una crisis financiera alarmante, tras anunciar este viernes el descubrimiento de una deuda ascendente a «al menos 300.000 euros» que pone en riesgo su viabilidad económica. Emilio Villaseñor, portavoz de la junta gestora, reveló que esta situación se deriva de la anterior gestión, que dejó a la organización con numerosas deudas y una falta de transparencia que ha generado una profunda preocupación entre los socios.
La crisis se hizo evidente después de que la directiva encabezada por María Dolores Játiva dimitiera el pasado 27 de septiembre, tras varias solicitudes de transparencia y la presión por los impagos de los salarios de los profesionales del centro, que llevaban más de cinco meses sin cobrar. Desde entonces, los socios constituyeron la junta gestora, que ha comenzado a descubrir el grave agujero financiero en el que se encuentra la asociación.
Villaseñor indicó que Afepa, la única entidad en Albacete que ofrece tratamiento especializado a enfermos de Parkinson, tiene actualmente «unas 47 nóminas» pendientes, así como deudas acumuladas por gastos vitales como alquiler, electricidad y seguros sociales. Lamentó la falta de cooperación por parte de la directiva anterior, quienes no proporcionaron acceso a las cuentas ni a la información económica solicitada.
A pesar de ser una asociación históricamente solvente, el portavoz se mostró desconcertado ante la aparición de esta deuda, cuestionando cómo fue posible que, en un periodo en el que los ingresos habían aumentado, se generara tal desajuste económico. La próxima asamblea, programada para el martes, tiene como objetivo elegir una nueva directiva, aunque Villaseñor teme que la situación precaria desanime a posibles candidatos.
Ana Morcillo, trabajadora del centro de rehabilitación, advirtió sobre el inminente cierre de la asociación, que podría dejar a los pacientes sin su única opción de tratamiento especializado, afectando gravemente su rutina y su bienestar. La afiliación ha disminuido en las últimas semanas debido a la serie de dimisiones entre el personal especializado.
Villaseñor, quien también es paciente de Parkinson, subrayó que este problema trasciende a Afepa y requiere atención colectiva. A pesar de haber recibido asistencia jurídica, la junta gestora considera la posibilidad de declarar un concurso de acreedores. Las administraciones han sugerido la reubicación de pacientes en otros centros, pero no han garantizado la continuidad de la asociación.
El portavoz reconoció que la administración no es culpable de la crisis, pero instó a la implicación de las instituciones en un momento fundamental para la asociación, cuestionando quién se encargará de los cuidados necesarios para los enfermos de Parkinson si la situación no se revierte.