En las recientes elecciones generales de Lituania, el Partido Socialdemócrata (LSDP) ha tomado la delantera en un escrutinio marcado por ser el primero tras la invasión rusa de Ucrania. Este proceso ha visto el surgimiento de un nuevo actor político, Nuevo Amanecer (Nemuno Aušra o NA), un partido populista de izquierda que ha levantado controversias por su supuesta simpatía hacia Rusia. Según resultados preliminares con un 59,22 % de los votos contabilizados, el LSDP se sitúa en primera posición con el 24,16 %, seguido de NA con un 18,06 %, dejando en tercera plaza a la alianza de centro-derecha liderada por la actual primera ministra, Ingrida Simonyte, con un 12,05 %.
Este escenario apunta a un cambio de gobierno, indicando que Vilija Blinkevičiūtė, del LSDP, podría estar al frente de un futuro ejecutivo de centro-izquierda. Blinkevičiūtė, exministra y ahora eurodiputada, surge como la probable nueva líder en el contexto de tensiones entre el actual gobierno y el presidente Gitanas Nauseda.
Nuevo Amanecer se ha caracterizado por su postura heterogénea, recibiendo críticas por su fundador, Remigijus Žemaitaitis, conocido por sus declaraciones antisemitas previas. A pesar de la controversia, el partido ha capturado la atención del electorado, lo que se refleja en su significativa votación. Sin embargo, el Partido Socialdemócrata ha expresado su reticencia a formar cualquier coalición que incluya a NA, citando su impopularidad entre otras facciones.
Las elecciones, divididas entre 70 escaños por representación proporcional y 71 por mayoría simple en distritos uninominales, mostraron una participación del 52,06 %. Esta contienda tiene especial relevancia, no solo por marcar la dirección política de Lituania post-invasión rusa de Ucrania, sino también por la irrupción de nuevas fuerzas que desafían el espectro político tradicional.
Blinkevičiūtė ya anticipa potenciales alianzas para formar gobierno, excluyendo expresamente a los conservadores de Simonyte y mostrando preferencia por unirse a la Unión Democrática «Por Lituania» y a la Unión de Campesinos y Verdes Lituanos. Mientras tanto, el país espera con interés las conversaciones sobre la coalición que comenzarán después de la segunda vuelta electoral, momento en el cual se clarificará la composición definitiva del Seimas.
El ascenso de Nuevo Amanecer ha subrayado la dinámica cambiante del panorama político lituano, con un electorado que parece inclinado hacia propuestas alternativas, pese a las controversias que algunas de estas puedan generar. La futura dirección de Lituania ahora descansará en las negociaciones de coalición y en cómo los partidos tradicionales manejarán la entrada de elementos nuevos y potencialmente desestabilizadores en su política nacional.