Este martes, la Asamblea Nacional de Francia aprobó el proyecto de presupuesto de la Seguridad Social para 2026, con un estrecho margen de 247 votos a favor frente a 234 en contra y 93 abstenciones. Este presupuesto incluye la suspensión de la reforma de pensiones que había generado gran controversia en el país, una medida celebrada por algunos sectores, pero que también ha suscitado críticas. La votación, que se produjo en segunda lectura, contó con el apoyo del Partido Socialista, mientras que la extrema derecha y la formación de izquierda La Francia Insumisa se manifestaron en contra.
El texto ahora se trasladará al Senado, que lo examinará en comisión y debatirá en sesión plenaria, sin la intervención de una comisión mixta paritaria, lo que agiliza el proceso. Esto es crucial, ya que la votación definitiva en la Asamblea Nacional está programada para el 16 de diciembre, y los políticos esperan que se consigan lograr compromisos que permitan su aprobación final. El primer ministro, Lecornu, quien ha estado trabajando para evitar una crisis más profunda, se mostró optimista tras la votación, a pesar de que la situación sigue siendo tensa.
Sin embargo, la aprobación del presupuesto ha generado divisiones en el panorama político francés. Críticas al Partido Socialista provinieron de sus antiguos aliados de izquierda, que sostienen que han descartado sus principios en favor de Macron, mientras que la extrema derecha advierte sobre el riesgo de un aumento en la deuda pública. Esta situación resalta la fragilidad de la coalición gobernante, que navega entre las tensiones internas y las presiones externas a medida que se acercan las elecciones futuras.
Artículo resumido que puedes leer completo aquí
