Un dramático evento se desplegó este viernes en la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí asaltó el hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, causando incendios y graves daños en sus instalaciones. El director del centro, el doctor Husam Abu Safiya, denunció a través de redes sociales que todos los departamentos de operaciones del hospital estaban siendo incendiados mientras el personal médico y los desplazados eran forzados a evacuar, y varios miembros del personal médico, arrestados.
Las fuerzas israelíes cercaron el hospital horas antes, ordenando la evacuación de pacientes y acompañantes, quienes fueron concentrados en el patio del hospital para luego ser registrados y, en muchos casos, arrestados. Imágenes y vídeos circulando en redes sociales muestran grandes columnas de humo emergiendo del hospital, marcando otro episodio de los intensos ataques que ha sufrido la región en los últimos dos meses y medio, provocando más de 3.000 muertos y mil desaparecidos.
El hospital Kamal Adwan, que antes ocurría ser un refugio seguro, ahora está envuelto en llamas y destrucción, exacerbando la crisis humanitaria en una zona ya castigada por más de diez meses de guerra y más de 40.000 víctimas mortales.
El Ministerio de Sanidad de Gaza ha denunciado la pérdida de comunicación con el director del centro médico y ha informado que muchos pacientes y enfermos fueron evacuados «a punta de pistola» hacia otros centros, incluido el hospital Indonesio, recientemente destruido. Además, algunos fueron obligados a desnudarse en medio del frío antes de ser trasladados a lugares desconocidos.
El Ejército israelí justificó su asalto al hospital, alegando haber recibido información de inteligencia que señalaba al hospital como un «bastión terrorista de Hamás», utilizado como escondite por miembros del grupo durante la guerra.
A pesar de las declaraciones israelíes de intentar mitigar el daño a civiles no involucrados, los ataques recientes, incluido el directo contra el Kamal Adwan y otros hospitales aún funcionando parcialmente en la zona, desmienten estas afirmaciones. Aproximadamente 50 personas, incluyendo cinco médicos, murieron ayer en ataques cerca del centro, y actualmente hay alrededor de 350 personas refugiadas en sus instalaciones.
Esta nueva ofensiva contra el Kamal Adwan ha sido condenada por el grupo islamista Hamás, que aún gobierna en Gaza, así como por la comunidad internacional, por la brutalidad de los ataques y la evidente violación de derechos humanos y normas internacionales. Las acciones del Ejército israelí en Gaza continúan despertando preocupaciones serias sobre crímenes de guerra y la necesidad urgente de un alto al fuego y una solución diplomática a largo plazo.
