Asaja Toledo, una organización agraria en la provincia de Toledo, ha decidido solicitar la declaración de zona catastrófica después de los daños sufridos en las producciones agrícolas debido a la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que tuvo lugar los días 2 y 3 de septiembre. Esta solicitud se une a las que también están realizando los ayuntamientos por los destrozos en infraestructuras y viviendas.
Después de una semana de las inundaciones causadas por las intensas lluvias, los agricultores comienzan a cuantificar los daños. Asaja Toledo espera que tanto el gobierno central como el regional cumplan con su responsabilidad y brinden las ayudas previstas por la legislación en casos de catástrofes naturales. Sin embargo, también se señala que las indemnizaciones de los seguros agrarios no serán suficientes para cubrir todas las pérdidas sufridas.
Aunque la huerta ha sido la más afectada, con daños importantes en varios municipios, como Magán, Mocejón, Recas, La Puebla de Montalbán, Villaluenga de la Sagra y Chozas de Canales, también se han reportado pérdidas en cultivos de maíz, viñedo y olivar, aunque en menor medida.
Según una estimación preliminar realizada por los servicios técnicos de Asaja Toledo, los daños solo en los cultivos de tomate y cebolla se cifran en más de 5 millones de euros. A esto se suman los altos costos de producción en los cultivos hortícolas, que oscilan entre 6.000 y 10.000 euros por hectárea, dependiendo del tipo de cultivo. En el momento de la DANA, la recolección de tomates y cebollas estaba en pleno apogeo, lo que ha llevado a grandes pérdidas en estos cultivos. Además, parte de la cosecha de pimiento también se ha visto afectada.
Otros cultivos como la zanahoria, el repollo y la lombarda también han sufrido daños significativos, especialmente en Recas, donde se estima que el 25% de la superficie de huerta ha quedado arrasada.
El seguro agrario, que tiene una franquicia del 20% y paga menos que el precio del mercado, no cubrirá todas las pérdidas ni los costos de producción. Además, el alto costo de las pólizas y las indemnizaciones insuficientes han llevado a muchos agricultores a no asegurar sus cosechas.
Además de los daños en los cultivos hortícolas, se estima que alrededor de 100 hectáreas de maíz en Mocejón podrían perderse, lo que representa alrededor de 900.000 kilogramos de maíz en seco. El viñedo también ha sufrido graves daños en varios municipios, con plantaciones nuevas o en reestructuración que han quedado destrozadas. Además de la pérdida de la planta, se han dañado elementos de la plantación como postes y alambres.
El retraso en la vendimia debido a las inundaciones también ha provocado la podredumbre de la uva madura en algunas parcelas. Los agricultores han acelerado las labores de recolección para evitar mayores pérdidas.
Además de los daños en los cultivos, también se han reportado daños en las infraestructuras de riego, como pozos, motores y canalizaciones.
En respuesta a esta situación, Asaja Toledo espera que se otorguen todas las ayudas y medidas previstas en caso de declaración de zona catastrófica, incluidas ayudas directas a los agricultores afectados y la apertura de líneas de crédito. También se defiende que el seguro agrario se adapte a la nueva realidad climática, con más episodios extremos, para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones agrarias.
Por último, se destaca la responsabilidad de las confederaciones hidrográficas y del Ministerio de Transición Ecológica en los efectos de las riadas e inundaciones. Se argumenta que no han cumplido adecuadamente con sus obligaciones de mantener en condiciones adecuadas los cauces bajo su jurisdicción.
En conclusión, Asaja Toledo ha solicitado la declaración de zona catastrófica debido a los graves daños sufridos en las producciones agrícolas en la provincia de Toledo. Se espera que tanto el gobierno central como el regional brinden las ayudas necesarias y se implementen medidas para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones agrarias en esta región.
