Asaja Castilla-La Mancha ha solicitado a las administraciones competentes una ayuda urgente para el sector agrario afectado por la reciente DANA en las provincias de Albacete y Cuenca. La organización agraria ha subrayado que las pérdidas en las explotaciones aún no han sido cuantificadas, pero se prevé que sean millonarias.
Con una interlocución constante con la Administración regional, Asaja está colaborando en la identificación de los daños que han sufrido las explotaciones agrarias y ganaderas en las áreas afectadas. En este contexto, han instado a Agroseguro a tramitar con la máxima celeridad los partes de daños causados por las inundaciones.
La organización ha enfatizado que, una vez se contabilicen los daños, es crucial que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como otras administraciones pertinentes, implementen líneas extraordinarias de ayudas directas, medidas fiscales y otras iniciativas de apoyo destinadas a que los agricultores y ganaderos puedan continuar con su actividad.
El presidente de Asaja, José María Fresneda, ha señalado que, además de las disposiciones del Real Decreto-ley 6/2024, es necesario establecer medidas específicas para el sector agrario que aborden no solo los daños en cultivos y ganaderías, sino también en infraestructuras, riego, maquinaria, vehículos agrícolas e instalaciones ganaderas.
Aunque todavía resulta complicado acceder a muchas de las parcelas afectadas para evaluar la magnitud de los daños, ya se están elaborando las primeras estimaciones. En Albacete, el municipio de Letur ha sido el más perjudicado, con daños en más de 3.000 hectáreas de superficie agrícola, siendo el olivar el cultivo más afectado. Se estima que la cosecha de aceituna se reducirá en un 30 por ciento, con una pérdida aproximada de 286 toneladas.
Los daños en las explotaciones ganaderas se han manifestado en inundaciones de instalaciones, pérdida de forrajes y piensos almacenados, interrupción en el abastecimiento de energía y agua, así como daños en vallados y balsas de purines. Afortunadamente, se ha registrado poca pérdida de ganado, destacando solo la desaparición de 8 ovejas de un rebaño.
Además, el impacto en la infraestructura de caminos ha sido severo, con la totalidad de la red de caminos de Letur, que abarca 346.000 kilómetros, afectada por el arrastre provocador de la intensa lluvia. Por otra parte, la Sierra del Segura ha sufrido la destrucción de acequias y presas tradicionales, afectando a más de 700 hectáreas y a cerca de 800 regantes.
En Cuenca, los municipios más afectados incluyen Landete y Mira, con daños significativos en infraestructuras agrarias, la red de caminos rurales y en cultivos. El cereal ha sido el cultivo más golpeado, pero también han sufrido daños las explotaciones de viñedo y hortícolas. En ganadería, las roturas de puentes y la acumulación de barro en pastos han dificultado el acceso de los animales a la alimentación. Además, se han reportado pérdidas significativas en colmenas, con alrededor de 500 desaparecidas.
En conclusión, el presidente de Asaja ha reafirmado el compromiso de la organización con los agricultores y ganaderos y ha ofrecido su colaboración a todas las instituciones que deseen trabajar en la solución de los problemas del campo, independientemente de la ideología política.