ASAJA Castilla-La Mancha ha presentado un documento de alegaciones contra varios artículos del nuevo Decreto de Gestión de Estiércoles de Porcino que la Consejería de Desarrollo Sostenible planea aprobar en los próximos meses. La organización agraria advierte que, sin modificaciones, el decreto podría tener «una grave repercusión en las explotaciones porcinas de la región, así como en la economía de cientos de agricultores que dependen del porcino para que su actividad sea rentable».
ASAJA sostiene que el nuevo Decreto ha sido redactado bajo un marco de «celeridad y presión social» debido a la próxima finalización de la moratoria que restringe la aprobación de nuevas granjas hasta el 31 de diciembre de 2024. La organización recalca que dicha moratoria había apaciguado a grupos sociales y políticos que se oponen a la ganadería intensiva, pero ahora que se termina, la Junta de Comunidades se ve presionada a contentar a estos grupos, en detrimento de los intereses de agricultores y ganaderos.
Desde ASAJA CLM se argumenta que la moratoria solo ha complicado la situación de los productores de porcino. En su documento de alegaciones, la organización critica que la Junta no ha considerado datos de estudios técnicos que analizan la incidencia del estiércol de porcino en el suelo. En este momento, la Universidad de Castilla-La Mancha, el ITAP de la Diputación de Albacete y el sector están llevando a cabo estudios que evidencian el comportamiento del purín como abono orgánico, resultados que, según ASAJA, la Administración parece ignorar al legislar.
La organización agraria ha exigido seriedad y coherencia a la Junta, puesto que no puede, por un lado, financiar estudios que demuestran la efectividad del purín como alternativa a los abonos químicos y, por otro, prohibir su uso. El documento de alegaciones hace hincapié en la excesiva intervención de los ayuntamientos en la aplicación de purines, un aspecto que ASAJA considera injustificado y que requiere un desarrollo técnico que las entidades locales no pueden proporcionar debido a la falta de recursos.
La aprobación del Decreto en su forma actual, advierte ASAJA, resultaría altamente perjudicial para el sector porcino y para los agricultores y ganaderos que dependen de esta actividad. Además, generaría una desventaja significativa frente a otras regiones. La organización destaca la importancia del porcino en la economía castellano-manchega, subrayando los esfuerzos realizados en los últimos años para modernizar y adaptar las granjas, minimizando impactos negativos.
ASAJA también resalta el valor del sector porcino en la economía circular, ya que los estiércoles producidos se utilizan como abono orgánico, lo que permite reducir el uso de abonos químicos y los gastos de explotación. Asimismo, el porcino se considera un aliado clave en la lucha contra la despoblación, dado que el 50 por ciento de las granjas se ubican en municipios de menos de 5,000 habitantes, generando empleo y riqueza en áreas que más lo necesitan. La organización advierte que la nueva norma podría obligar a jóvenes y explotaciones familiares a abandonar esta actividad.
Finalmente, ASAJA Castilla-La Mancha confía en que la Junta tome en cuenta las alegaciones presentadas y no sucumba a las presiones de grupos interesados que buscan el fin de la ganadería industrial, aunque para ello tengan que recurrir a datos engañosos que fomentan la alarma social y el rechazo hacia la labor de agricultores y ganaderos. Asimismo, la organización pide a la Administración que se informe sobre la realidad del sector y el manejo actual del purín como fertilizante.
