Durante la reciente rueda de prensa en Toledo, José María Fresneda, presidente de Asaja en Castilla-La Mancha, ha compartido su percepción optimista sobre el estado de los campos en la región después de las lluvias caídas durante la Semana Santa. Fresneda expresó su satisfacción al decir que «da gusto» observar la actual situación de las tierras agrícolas.
Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Fresneda ha explicado que las precipitaciones recientes han beneficiado de manera significativa a la agricultura y la ganadería castellanomanchegas. Según él, la lluvia ha favorecido especialmente a los cultivos leñosos y ha pronosticado que la siembra del girasol será «espectacular». Asimismo, ha señalado que la ganadería disfruta de una situación cómoda ya que «no tiene problemas de pastos».
Sin embargo, el presidente de Asaja también ha ofrecido algunos comentarios de precaución. Ha advertido que es necesario aplicar tratamientos «pronto» al olivar y a otros leñosos para evitar la aparición de enfermedades. Además, ha mostrado su preocupación por las zonas que han quedado anegadas tras las lluvias, donde, lamentablemente, el cereal «se ha perdido».
En relación a los problemas que han surgido a consecuencia de las inclemencias meteorológicas, Fresneda ha anunciado que su organización planteará a las confederaciones hidrográficas que aborden los problemas de los cauces y los daños sufridos. El objetivo es resolver estas complicaciones para que los agricultores puedan acceder a sus campos con la maquinaria necesaria para continuar con su labor sin contratiempos.
