Asaja Castilla-La Mancha ha solicitado hoy las mismas ayudas para los ganaderos afectados por la enfermedad hemorrágica que las que se otorgaron durante el brote de la lengua azul, ya que consideran que son dos casos «muy similares».
El presidente regional de Asaja, José María Fresneda, ha manifestado en una conferencia de prensa su preocupación por la propagación de la enfermedad hemorrágica, que según afirma, está llegando desde Marruecos. Aunque asegura que esta enfermedad no afecta a los seres humanos, destaca que los ganaderos se ven gravemente afectados porque tienen que sacrificar a sus animales.
Fresneda ha enfatizado la importancia de actuar rápidamente, recordando los problemas que surgieron en el pasado debido a la falta de medidas oportunas. Por lo tanto, ha solicitado una flexibilización en el movimiento del ganado sin síntomas, así como la implementación de un plan para la ganadería en la región.
Por su parte, María Tapia, miembro del comité regional de Asaja, ha dado más detalles sobre la enfermedad hemorrágica, explicando que los ganaderos están sufriendo mucho y se encuentran en una gran incertidumbre debido a la propagación de esta enfermedad transmitida por mosquitos que pican a las vacas.
Tapia ha señalado que la situación parece no tener una solución a corto plazo y ha advertido que la enfermedad se está propagando desde Castilla-La Mancha hacia Ávila. Ante esta situación, ha solicitado que se tomen medidas similares a las aplicadas durante el brote de la lengua azul en 2008, para cubrir las pérdidas económicas sufridas por los ganaderos.
En conclusión, Asaja Castilla-La Mancha ha urgido a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural a trabajar en conjunto para hacer de la ganadería una actividad rentable en la región y ha pedido que se implementen medidas de apoyo a los ganaderos afectados por la enfermedad hemorrágica, similar a las tomadas durante el brote de la lengua azul.
