El 5 de octubre es una fecha marcada en el calendario, ya que se celebra el Día Internacional del Docente. Un día para reconocer y agradecer la importante labor de aquellos que se dedican a la enseñanza y la formación de las futuras generaciones. En Castilla-La Mancha, este año más de 400.000 estudiantes comenzaron un nuevo curso escolar guiados por una plantilla de más de 33.000 docentes, un número récord en la región que refleja el compromiso y la dedicación de estos profesionales.
Adela Cortina, filósofa y referente en el ámbito educativo, sostiene que educar en el siglo XXI va más allá de transmitir conocimientos. Se trata de formar ciudadanos que busquen una vida de calidad, con un fuerte sentido de la justicia y, sobre todo, con un corazón solidario. Esta visión de la educación es fundamental en el día a día de los docentes, quienes no solo enseñan materias académicas, sino que también fomentan habilidades y valores esenciales en sus alumnos.
El regreso a las aulas ha sido recibido con entusiasmo. Los educadores de Castilla-La Mancha no solo están preparados, sino que también muestran un deseo incansable de mejorar y ofrecer la mejor experiencia educativa posible. Este compromiso es crucial en un mundo en constante cambio, donde los estudiantes deben desarrollar un pensamiento crítico y habilidades prácticas para enfrentar los desafíos del futuro.
A pesar de los avances tecnológicos y la llegada de la inteligencia artificial, la figura del docente sigue siendo insustituible. Las herramientas modernas son valiosas, pero sin la guía y el conocimiento que solo un educador puede proporcionar, su eficacia se ve comprometida. Cada libro, ordenador, radio o televisión ha sido un recurso que ha podido prosperar gracias al esfuerzo y dedicación de aquellos que enseñan.
Amador Pastor Noheda, Consejero de Educación, Cultura y Deportes, ha querido aprovechar esta jornada para felicitar a todos los docentes de la región. Un agradecimiento sincero por su labor en la formación integral de los estudiantes, por promover valores ciudadanos y por infundir un sentido de justicia y calidad de vida en los jóvenes.
Hoy, más que nunca, es esencial reconocer la labor de quienes han dedicado su vida a la educación. Gracias a todos ellos por contribuir a la construcción de una sociedad más justa y consciente, así como por su entrega incondicional a la noble tarea de enseñar.
