Este viernes ha comenzado, en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, el juicio contra E.S.R., un hombre de 32 años de edad, acusado de asesinar a su mujer, de 24 años, en la localidad ciudadrealeña de Piedrabuena en enero de 2023. La Fiscalía ha solicitado una pena de prisión de 29 años para el acusado.
La constitución del jurado, conformado por seis hombres y tres mujeres, junto a otras dos personas como suplentes, ha dado inicio a un juicio que se prevé se alargue hasta el próximo 29 de mayo, cuando está programada la declaración del acusado. A partir de ese momento, el jurado deberá deliberar sobre la culpabilidad del acusado en relación al asesinato, así como otros delitos de maltrato, vejaciones injustas y coacciones leves, todos en el contexto de la violencia de género.
Durante la primera sesión, el fiscal ha calificado el crimen como «el más atroz ataque contra la vida de una mujer por el mero hecho de ser mujer», destacando que la víctima dejó a una hija de apenas tres años que ahora se encuentra huérfana. En su alegato, el representante del Ministerio Público ha explicado que no se está juzgando únicamente un asesinato, sino también un delito de maltrato habitual, diversas agresiones físicas, coacciones leves mediante amenazas y vejaciones injustas derivadas de mensajes enviados por el acusado a la víctima la noche de los hechos.
El fiscal ha enfatizado que no se trató de una pelea, sino de un asesinato con alevosía, relatando que el acusado le asestó un cuchillazo en el cuello a la víctima, seccionándole la tráquea. Tras la agresión, el acusado abandonó el lugar y se dirigió a un centro de salud, mientras la víctima permanecía recostada contra una pared, esperando en vano la llegada de los servicios de emergencia, quienes al llegar solo pudieron certificar su muerte.
Según los informes del fiscal, la herida, de apenas 1,5 centímetros, fue mortal ya que fue infligida con un arma afilada, dirigida a una zona vital. Por ello, el fiscal considera que se trata de un asesinato con alevosía, debido a que la víctima no tuvo ninguna posibilidad de defensa.
El abogado de la familia de la víctima ha expresado el profundo dolor que sienten los allegados de la joven, detallando cómo vivió una relación marcada por el control y el sometimiento. El letrado ha afirmado que, desde el inicio de la relación, la víctima fue «sometida, acosada, obligada a dejar su trabajo y privada de su vida social». A pesar de momentos en que parecía que la situación mejoraría, las agresiones y amenazas regresaron, convirtiendo su cotidianidad en «una vida de tortura».
El abogado también ha señalado que estos delitos suelen ocurrir en la intimidad y muchas veces no se denuncian por miedo, tanto al agresor como a perder la custodia de los hijos. Concluyó su intervención subrayando que esta tragedia es el resultado de «una vida robada por la violencia de género».
Los hechos, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, ocurrieron en la madrugada del 8 de enero de 2023, cuando el acusado, tras sufrir un ataque de celos después de que la joven asistiera a una cena con sus compañeras del equipo de fútbol sala de la localidad, la esperó en el portal del domicilio familiar. Tras una fuerte discusión, el acusado acabó con su vida asestándole una puñalada letal en el cuello con un cuchillo jamonero.
Ese mismo día, el acusado había estado enviando numerosos mensajes vejatorios y realizando hasta 17 llamadas en media hora, donde exigía a la víctima que regresara a casa con expresiones de control. Cuando la víctima llegó al domicilio sobre las 2:30 horas, el acusado la abordó en el portal. Posteriormente, se dirigieron juntos al piso, donde la discusión se intensificó hasta que el acusado atacó a la víctima en la cocina.
La herida que sufrió la joven le provocó la muerte en cuestión de minutos por insuficiencia respiratoria aguda, y por estos hechos, la Fiscalía ha solicitado 25 años de prisión por asesinato con agravantes de parentesco y género, sumando a esto otros delitos, lo que resulta en una petición total de 29 años y seis meses de prisión.