El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado la apertura de los 20 centros de interpretación y recepción de visitantes vinculados a su red de espacios naturales protegidos, a partir del sábado 23 de marzo. Estos centros, junto con los once puntos de información y los aparcamientos regulados, ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y conocer más sobre la flora y fauna de la región.
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha destacado la importancia de reabrir estos espacios justo antes de la Semana Santa, ya que muchas familias eligen esta época para visitar los espacios naturales de Castilla-La Mancha. Según datos de la Consejería, se estima que alrededor de 1.500.000 personas visitan los espacios naturales protegidos cada año, y aproximadamente 100.000 pasan por los centros de interpretación y puntos de información.
La creciente popularidad del turismo activo y de naturaleza ha contribuido a aumentar el número de visitantes a los espacios protegidos, generando beneficios económicos para las áreas rurales y fomentando el desarrollo sostenible de la región. Castilla-La Mancha cuenta con un total de 114 Espacios Naturales Protegidos, que abarcan una superficie de aproximadamente 590.000 hectáreas, incluyendo parques nacionales, parques naturales, reservas naturales y monumentos naturales, entre otros.
Algunos de estos espacios naturales, como el Hayedo de Tejera Negra en Guadalajara o el nacimiento del río Mundo en Albacete, atraen a un elevado número de visitantes debido a fenómenos naturales únicos y atractivos. Además, el Gobierno regional ofrece una variedad de actividades gratuitas para disfrutar de la naturaleza, como las organizadas para conmemorar el Día Internacional de los Bosques, que se pueden consultar en el enlace proporcionado.
En resumen, la apertura de los centros de interpretación y puntos de información en los espacios naturales de Castilla-La Mancha es una oportunidad para que los visitantes descubran la riqueza natural de la región y contribuyan al desarrollo sostenible de las áreas protegidas. El turismo activo y de naturaleza sigue ganando adeptos, impulsando la economía local y promoviendo la conservación del medio ambiente.
