El senador del Partido Socialista por la provincia de Albacete, Manuel Miranda, ha destacado la importancia histórica de la puesta en marcha de la Tubería Manchega, la cual prioriza el uso del agua para el consumo humano antes que para el riego, siempre manteniendo la protección del río.
La Tubería Manchega abastecerá de agua del Tajo a 90.000 personas de Albacete, Ciudad Real y Cuenca, y se espera que en una futura ampliación, esta cifra alcance los 500.000 perceptores. La obra fue concebida por el expresidente José María Barreda en 2005, pero ha sido paralizada sistemáticamente por los gobiernos del Partido Popular en la región y a nivel nacional.
La tubería consta de 150 kilómetros y tiene una capacidad de distribución de 3.200 litros por segundo, con un costo de más de 300 millones de euros para el primer ramal. Los municipios de Villarrobledo y Minaya en Albacete serán los primeros en ser abastecidos por esta tubería, la cual tendrá un período de prueba de seis meses antes de ampliar la cadena de infraestructuras. En un futuro, se espera la construcción de una planta de ósmosis para mejorar la calidad del agua, y se ampliará la red de municipios abastecidos hasta llegar a los 500.000 habitantes, lo que permitirá llevar agua hasta La Roda.
Una política hídrica razonable: con criterios humanos y ecológicos
Miranda ha explicado que el problema no es una política hídrica redistributiva, “en España llevamos haciendo políticas hídricas desde la época de los romanos, el problema es cómo se distribuye y con qué criterios”. Y ha defendido lo que vienen diciendo todos los textos legales y la lógica, “primero se bebe y luego se riega”.
Y ha añadido que si hoy tenemos disputas por el agua es porque se han cometido muchos abusos: por un lado, sobre el río, que se ha sobre explotado en beneficio de Levante, “Levante siempre ha interesado a Madrid por cuestiones económicas y demográficas”, pero ahora Europa y los Tribunales Españoles han dictado la necesidad de mantener un caudal ecológico; y por el otro con los propios ciudadanos, a los que no se les estaba garantizando el uso doméstico del agua. “En esta región hemos vivido la amarga ironía de tener agua, tener el trasvase sacando agua y tener que abastecer pueblos con cisternas”, ha recordado el senador.
Siguiendo esos criterio, ya en julio del año pasado, Miranda presentó una moción a la a la Comisión de Transición Ecológica y Medioambiente que era aprobada y en la que se instaba al Gobierno a la reactivación y puesta en marcha de la tubería manchega. “Una moción – ha recordado el senador- que pedía agua para beber, para uso de boca, que es el primer uso que reconoce la Ley de Aguas y que por supuesto, desde Castilla La Mancha, tampoco le negamos a nadie”.
“Esto que han llamado la guerra del agua no existe, ni ha existido nunca”, ha aseverado Miranda, “ha sido un saqueo continuo que comenzó hace más de 40 años”. Ahora gracias a esta tubería 90.000 personas de la Mancha tendrán agua para beber, y en el futuro llegará a medio millón de castellano-manchegos. “Esta es una obra que el Partido Popular paralizó, es decir impidió el uso de agua para beber a los castellano manchegos, pero no paralizó el trasvase que permitía que Levante regara. De hecho, intentaron dar carta de legalidad a esos trasvases con el famoso Memorandun del Tajo, una ley que permitía trasvasar sin tener en cuenta la situación de la cuenca cedente”, ha concluido Miranda.