En medio de un intenso debate sobre la seguridad nacional y la inmigración, la representante Alexandria Ocasio-Cortez ha provocado una fuerte controversia al abogar por la abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Esta posición ha generado un intercambio acalorado y ha puesto a los demócratas en una encrucijada sobre cómo abordar el tema de la inmigración ilegal y la seguridad pública.
El debate se intensificó después de que Ocasio-Cortez, considerada una voz influyente dentro del Partido Demócrata, afirmara que ICE es una «agencia rebelde que no debería existir». Según algunos miembros del Partido Republicano, esta declaración es tanto imprudente como peligrosa, dado el papel crucial que ICE desempeña en la detención de criminales peligrosos.
Durante una reciente conferencia de prensa, Abigail Jackson, portavoz de la Casa Blanca, defendió las operaciones de ICE, señalando que sus agentes están «sacando a los criminales ilegales de nuestras calles y protegiendo a los ciudadanos estadounidenses». Esta declaración resuena con aquellos que sostienen que el trabajo de ICE es vital para mantener la seguridad pública y prevenir crímenes violentos atribuidos a individuos indocumentados.
La agencia, desde su creación en 2003, ha estado en el centro de la controversia, especialmente en estados como Nueva York, donde las políticas de «sanctuary» han permitido que algunos criminales permanezcan en libertad. Jackson cuestionó la postura de Ocasio-Cortez, preguntando: «¿Dónde está la preocupación de la congresista por las víctimas de estos criminales ilegales que han sido permitidos en la comunidad?»
Para ilustrar su argumento, la Casa Blanca presentó una lista de recientes arrestos realizados por ICE en Nueva York, destacando a varias personas que habían sido condenadas por delitos graves como la violación, el asalto y el abuso sexual. Entre los mencionados se encuentran criminales de varios países, cuyos delitos incluyen violación de menores y violencia armada. Este esfuerzo pretende enfatizar el impacto que la desactivación de ICE podría tener en la seguridad de las comunidades locales.
A medida que las opiniones se polarizan, sigue siendo incierto cómo se desarrollará este debate en el futuro. Mientras tanto, los partidarios de Ocasio-Cortez argumentan que una reforma más profunda y humana es necesaria para abordar el problema de la inmigración en lugar de depender de medidas coercitivas. Esta discusión prevé ser uno de los temas candentes en la agenda política estadounidense mientras se vislumbran las elecciones futuras.
Fuente: WhiteHouse.gov