La provincia de Ciudad Real se prepara para una nueva jornada de movilizaciones en el sector agropecuario. Las organizaciones agrarias ASAJA, UPA, COAG y Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha han convocado a los profesionales del campo a salir a la calle este próximo miércoles, 21 de febrero. Esta acción se realiza en protesta por la difícil situación que vive el sector y busca dar visibilidad a las demandas de los trabajadores del campo.
Los manifestantes están llamados a participar con sus chalecos amarillos en tres concentraciones que se llevarán a cabo en puntos clave de la provincia. Estas movilizaciones pretenden hacer eco de la voz del sector agrario y resonarán con cortes de tráfico en importantes vías como la A-41, la N-401 y la N-430a.
En detalle, se han previsto dos concentraciones en Ciudad Real a las 10.00 horas en la autovía A-41, que conecta Ciudad Real y Puertollano, concretamente en las salidas 167 y 162. Estas están programadas para tener un importante impacto, informaron las organizaciones en una nota de prensa.
Además, otro punto de reunión se ha establecido en Malagón. Allí, a las 8.00 horas, los manifestantes se concentrarán en la carretera N-401, entre Malagón y Fuente el Fresno, justo frente al restaurante El Cordel.
La tercera convocatoria se desarrollará en Puebla de Don Rodrigo, donde la concentración está programada a las 10.00 horas en la N-430a, en el cruce con la CM-4103 hacia Arroba de los Montes.
Estas protestas están en línea con las recientes acciones reivindicativas del sector en la provincia. No olvidemos la tractorada que «colapsó» la capital de Ciudad Real el pasado 8 de febrero y las concentraciones del 14 de febrero, que tuvieron lugar en varios puntos de la región.
Mirando más allá de las fronteras de Castilla-La Mancha, las organizaciones agrarias no quieren limitarse a acciones locales y han anunciado que llevarán sus protestas a Madrid. Esta concentración está programada para coincidir con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, el 26 de febrero, buscando así ampliar la relevancia de sus reivindicaciones y llevar la atención a un escenario europeo.