Las mujeres del Quijote son prototipos universales y transversales que atraviesan el tiempo y “que todavía viven en cada una de nosotras”, ha señalado la escritora, Ángel Vallvey.
La ganadora del premio Nadal y finalista del Planeta ha participado en el Museo Cristina García Rodero en un encuentro “Legado Quijote” de la Diputación Provincial en una mesa redonda sobre “la mujer en el Quijote y en los medios”, junto a las periodistas Luz Sánchez Mellado y Carmen Lucas-Torres, en un acto en el que también ha intervenido Alicia Anaya y María Manjavacas.
Cada una de las mujeres, dijo Vallvey, lleva parte de esas mujeres de las que habló Cervantes, un hombre muy interesado por las mujeres, que demostró con sus obras y también con su vida. “Todas tenemos un poquito de ellas, de la pastora Marcela, de la marquesa, de Teresa Panza, de la hija de Sancho Panza. De todas tenemos un poco y forman un puzle de la mujer contemporánea”.
Un Quijote, confiesa Vallvey, que no se lee tanto como nos gustaría, pero que si está presente en nosotros, en nuestra propia identidad, en nuestra cultura regional y en nuestra idiosincrasia, “que es un destilado de muchos valores que están en él”.
“Maravillosos recuerdos de Puertollano”
Ángela Vallvey, nacida en San Lorenzo de Calatrava, recordó el año de infancia que vivió Puertollano en una casa humilde de un barrio humilde, “pero tengo recuerdos maravillosos de infancia” en un tiempo en el que leyó muchas cosas, entre ellas El Quijote, que le costó un año de lectura, “empezó con siete años y acabó con ocho. “Para mí todo fue una travesía y todo eso lo sigo asociando a Puertollano. Tengo grandes recuerdos, vivencias e incluso familia”, declaró muy emocionada la periodista y escritora.
Hablar de El Quijote en Puertollano es un acto natural
El alcalde, Miguel Ángel Ruiz, afirmó que esta comarca puede sacar pecho y con cierto orgullo de su estrecha relación con el universo de El Quijote.
“Hablar del Quijote en Puertollano, no es casualidad ni capricho, es casi un acto natural”, forma parte de nuestro paisaje”.
Una obra y un personaje a extrapolar a nuestros días con una mirada renovada al papel de la mujer en la obra de Cervantes, por su relevancia, su presencia, a veces silenciosa, a veces poderosa.
Ruiz puso ejemplo las ventas de Sierra Morena, donde don Quijote confunde rebaños de ovejas con ejércitos; el encuentro con el cortejo fúnebre en el Valle del Horcajo; el arroyo del Navarrillo, donde Sancho pasó más miedo que en toda su vida por el ruido del batán; o aquel episodio del Camino de la Plata, entre Almodóvar del Campo y Brazatortas, donde nuestro hidalgo arrebata al barbero su bacía, convencido de que tenía entre manos el mismísimo yelmo de Mambrino.
Unas mujeres que rompen barreras
El presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel Valverde, ha señalado que este tipo de encuentros reivindican todo lo que nos ha dejado El Quijote como legado a una tierra y a sus habitantes en cuanto a la defensa de los valores más esenciales y universales que deben ir de la mano del hombre y de la mujer en cada uno de sus pasos.
Para Valverde la mujer ha jugado un papel en el que ha tenido que ir rompiendo barreras y techos y “estas tres ponentes son un ejemplo de cómo la mujer en el mundo de los medios de comunicación no solo es que tiene un papel similar, sino mucho más protagonista en muchos casos que el hombre.
En El Quijote hay mujeres que reivindican su libertad, su derecho a vivir libres, afirmó Valverde, como la pastora Marcela y para eso tuvo que elegir de vivir en soledad en los campos, o cómo había mujeres que tenían la sabiduría del sentido común de la mujer de Sancho, que asentada a la tierra ponía el sentido común en contra de las idealizaciones de su esposo por la influencia del hidalgo caballero.
También apeló a otras mujeres como Lucinda, Dorotea y tantos personajes que ya demostraban que la mujer tenía que abrirse paso a veces con la utilización de ciertas estratagemas en una sociedad tan cerrada como la del siglo XVI. Cuatrocientos años después la mujer tiene que abrirse muchos caminos, “aún hay muchos techos de cristal que romper”, concluyó Valverde.
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