Ángela huye a Suiza: La inesperada partida que dejó helado a CurroÁngela Escapa a Suiza y Deja a Curro Congelado en el Tiempo

El viernes 4 de julio, La Promesa revela un episodio colmado de sensaciones opuestas: amor que se reafirma, competencia de poder que se mantiene y corazones rotos. La escapada de Ángela a Suiza supuso el segmento que cambia el rumbo de los acontecimientos, ya que a Curro lo deja mudo al sufrir una pérdida que no supo anticipar. A la par, la hostilidad en la finca, los peligros en la casa de los duques, la escena de despedida de Rómulo elaboran una red de relatos que mantienen la atención de los espectadores completamente centrada en La Promesa.

EL JUEGO DE PODER EN LA FINCA

Fuente: RTVE

La finca de La Promesa se ha transformado en un campo de enfrentamiento callado en donde Catalina y Martina están midiendo fuerzas en cada decisión. Ninguna de las dos está dispuesta a dar su brazo a torcer, y cada uno de sus órdenes supone un desafío abierto a la autoridad de la otra. Desde el manejo de los cultivos hasta la relación con el servicio, sus confrontaciones delatan una lucha por el control que trasciende lo profesional: es una guerra del orgullo.

Catalina, entendida como la mujer firmemente asentada en la tradición, colisiona con Martina, que se caracteriza por su mentalidad moderna y calculadora. Lo que había sido la simple discrepancia de una opinión se ha convertido ya en una amenaza de escisión para todo el personal, forzado a tomar partido en una refriega que no ha pedido. En todo caso, el señor Baeza está siendo testigo de este tira y afloja en directo, evitando cualquier manifestación que le exponga y dejando entrever cómo está de claro que, al final, solo saldrá ganadora una de las dos.

Mientras tanto, el ambiente se ha vuelto irrespirable, con susurros que van corriendo entre los trabajadores, divididos entre la lealtad a Catalina, que en La Promesa es un referente histórico, y el pragmatismo de Martina, que promete los cambios que hay que hacer. Hasta los más pequeños detalles, como la asignación de las tareas o el manejo de los recursos, se convierten en gestos simbólicos de poder. La confrontación aprovecha la oportunidad para escalar por los aires cuando Martina decide alterar el orden histórico de las cuadrillas sin tener en cuenta a Catalina, rompiendo con décadas de tradición respecto a las cuadrillas.

La inmediata respuesta de Catalina no se deja esperar: anula las órdenes de Martina frente a los presentes, generando una tensión latente en el ambiente de trabajo. Los trabajadores, que se ven atrapados en medio de la disputa, comienzan a cuestionar quién es la autoridad aquí presente. Mientras tanto, en la retaguardia hay alguien más que observa el conflicto: Manuel, cuyo silencio vale más que cualquier declaración pública.

Esta disputa no solo es una lucha por lo que ocurre en el presente sino también por el futuro de La Promesa. Si Catalina pierde, todo lo que guarda su legado se viene abajo. Si Martina pierde, su ambición queda mortificada. Pero hay algo más en juego que los simples espacios o las cosechas. Es cuestión de identidad, de pertenencia, de quién decide qué significa La Promesa.

SECRETOS Y RIESGOS

SECRETOS Y RIESGOS
Fuente: RTVE

En el hogar de los duques de Carril en La Promesa, Lope avanza por una cuerda floja, dado que cada paso que da en la investigación puede ser el último y sus cavilaciones se ven interrumpidas por la aparición de Jacinto, el secretario, colocándolo una vez más ante la cuerda floja del interrogatorio directo. Un espacio donde tan lejos llega la situación que, en un momento parece que todo se va a desmoronar.

¿Podrá Lope mantener su fachada? ¿O bien será Amalia quien pagará el precio por protegerlo? A lo largo de esta fabulación del juego de la mentira o del juego de la lealtad, se nos confirma de la forma más clara posible que en La Promesa, nadie puede considerarse a salvo. Se crean dificultades en el momento en que Jacinto, astuto como muy pocos, inicia una red de caminos donde sigue, sigilosamente, los movimientos de Lope.

Preguntas inocentes sobre el pasado, comentarios graciosos en la conversación sobre los intereses de uno en la residencia… Todo tiene un trasfondo, pues cada palabra es capaz de convertirse en una trampa. Lope sabe que tiene que actuar con exactitud milimétrica, pero el tiempo avanza en su contra. Amalia, aunque intenta ayudarlo, puede ser involuntariamente su mayor peligro, dado que su cercanía con la duquesa la deja expuesta.

AMOR Y DESPEDIDAS EN LA PROMESA

AMOR Y DESPEDIDAS EN LA PROMESA
Fuente: RTVE

También el capítulo de La Promesa se reserva algunos momentos de pura emoción. Rómulo y Emilia sellan su amor en una ceremonia íntima, con quienes han pasado a ser su familia. Lloros, abrazos y palabras de agradecimiento terminan de dar forma a una conclusión perfecta para el mayordomo, cuyo legado de dedicación quedará grabado en La Promesa.

Pero no todas las historias concluyen con carácter feliz. Ángela, a la que su madre y Lorenzo han ahogado con sus exigencias, toma la decisión drástica de escapar a Suiza, lejos de todo y de todos. Curro, que descubre sus planes, contesta helado, sin poder reaccionar con tiempo. Su salida no es física, es un corte definitivo con su relación.

La despedida de Rómulo es un remanso de ternura en plena revuelta. El servicio, unido como nunca, le rinde homenaje con anécdotas, risas y lágrimas. Hasta los Luján, según la costumbre lejana, se emocionan hablando de sus años de trabajo. Catalina, en un gesto inusual, lo acompaña hasta la puerta para demostrar que, a pesar de los roces, hay lazos que van más allá del conflicto.

Mientras tanto, Ángela no solo deja atrás un lugar, sino que deja atrás sueños y promesas; y, ante todo, deja atrás a Curro, quien ni siquiera atina a hacer otro gesto más que mirar el tren, alejarse con un nudo en la boca del estómago. Su huida no responde a una reacción espontánea, sino a la continuación de unos meses de presión que convierten su vida de repente en una cadena que la arrastra sin opción a elegir un futuro distinto.

Curro comprende, con un retraso considerable y después de las últimas palabras, que debió haber luchado antes, haber dicho algo más, deber haber arriesgado… Pero ahora solo queda el silencio y un billete a Suiza de una sola dirección. Por el contrario, Toño y Enora encuentran su refugio de complicidad en el taller, sus miradas y sus risas cómplices comunican la existencia de una complicidad en la que sobran las palabras.

Manuel los observa como si tuviera un dilema, preguntándose qué es lo que significa la complicidad. Mientras unos se separan, otros se van acercando, como para evidenciar que en La Promesa siempre hay una vez más un amor que se deja florecer por cualquier rendija.

Scroll al inicio
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.