El fútbol mundial despide a Andrés Iniesta, una leyenda que ha marcado una era no sólo en el FC Barcelona sino también con la selección española, contribuyendo con goles decisivos que quedarán en el recuerdo de aficionados y compañeros por igual. Su carrera ha estado plagada de éxitos, desde sus inicios en La Masia después de ser descubierto en el torneo de Brunete, pasando por su inolvidable gol en Stamford Bridge, hasta su último tramo profesional en Japón y Emiratos Árabes Unidos. El ‘mago de Fuentealbilla’ cierra su etapa como futbolista dejando un legado de magia en el campo, un estilo de juego que muchos han admirado y pocos han podido igualar.

Más allá de los títulos y los reconocimientos individuales, que incluyen debates sobre el Balón de Oro de 2010, Iniesta ha destacado por su compromiso con el juego en equipo y por ser un ejemplo de deportividad. A pesar de las rivalidades en el campo, ha sido prácticamente unánime el respeto y la admiración que ha despertado en las aficiones contrarias, con la excepción notable del público de San Mamés. Además, su valiente lucha contra la depresión y su apertura sobre la importancia de la salud mental en el deporte le han convertido en una figura inspiradora más allá de sus logros deportivos.

Iniesta, jugador histórico con España

Con la selección española, Iniesta no sólo dejó su huella, sino que se convirtió en un símbolo del mejor período de su historia, participando activamente en la consecución del triplete Eurocopa 2008-Mundial 2010-Eurocopa 2012. Su contribución no se limitó a su memorable gol en la final del Mundial de Sudáfrica contra los Países Bajos, sino que también incluyó tantos decisivos en clasificaciones y partidos clave que mantuvieron viva la esperanza de la ‘Roja’. Su número de partidos y goles con la selección hablan de una trayectoria internacional brillante, que sin duda lo ubica entre los jugadores más influyentes y respetados del fútbol español.

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