Una cena que inicialmente prometía ser tranquila para Andrea y Álvaro en el apartamento de Mitele PLUS, se convirtió en motivo de discordia al rememorar su experiencia en el reality show «La Isla de las Tentaciones». Durante la velada, Álvaro intentó justificar su comportamiento en el programa, lo que provocó una serie de reproches por parte de Andrea, quien le acusó de actuar de manera diferente debido a su presencia en el programa. La discusión dejó en evidencia que las heridas generadas por su participación en el reality aún estaban abiertas y seguían afectando su relación.
La tensión aumentó cuando Andrea expresó su frustración por un comentario de Álvaro, quien había trivializado sus sentimientos al justificar un beso a Mariona durante una de las pruebas del programa como una simple acción dictada por las reglas del juego. Álvaro defendió que sus acciones respondían a las demandas del reality y no reflejaban sus verdaderos sentimientos hacia Mariona, lo que Andrea interpretó como una señal de las inseguridades en su relación.
Además, la situación puso de relieve cómo la presión de estar bajo el escrutinio público exacerbó los problemas existentes entre ellos. Los conflictos y afectos captados por las cámaras del reality mostraron cómo el ambiente controlado y las situaciones forzadas pueden afectar el comportamiento y las percepciones mutuas. Andrea reprochó a Álvaro por no comprender la profundidad de sus emociones y el impacto de sus acciones en el programa sobre ella. Álvaro se vio sorprendido por la intensidad de la reacción de Andrea y acabó en una posición defensiva, intentando justificar su conducta como parte del entretenimiento ofrecido por el programa, sin reconocer plenamente el daño causado a la base de su relación.
