En el competido panorama televisivo español, el duelo de las tardes se ha convertido en una fascinante batalla por la audiencia entre dos de los rostros más conocidos de la televisión: Ana Rosa Quintana y Sonsoles Ónega. Mientras que la primera ha llevado su experiencia y carisma a «TardeAR», un formato que intenta reinventar las tardes de Telecinco, Sonsoles Ónega se ha establecido firmemente al frente de “Y ahora Sonsoles”, buscando afianzar la propuesta de las tardes de Antena 3 con un enfoque fresco y directo a la actualidad, sucesos y el corazón.
El martes 1 de octubre, el enfrentamiento entre estos dos programas dio un nuevo giro con «TardeAR» liderando la audiencia. El programa de Telecinco consiguió un 10,8% de cuota de pantalla y congregó a 733.000 espectadores de media. En comparación, “Y ahora Sonsoles” mantuvo cerca la competencia con un 10,3% de share y 723.000 televisores sintonizados, pese a su esfuerzo por comenzar media hora antes que su rival directo. La dinámica entre estos dos espacios sugiere una pugna constante que captura la atención de la audiencia en las tardes.
Curiosamente, a pesar de la ligera disminución en sus números en comparación con la semana anterior, «TardeAR» no pierde su posición y se mantiene como el magacín más visto en su franja horaria. Ana Rosa y su equipo parecen haber encontrado la fórmula para mantenerse significativamente relevantes en las preferencias del público, aumentando la ventaja sobre su competidor directo en la estricta franja de coincidencia.
De fondo, pero no menos importante, «La Promesa», drama de Televisión Española, se anota un éxito notable al imponerse sobre los programas de las privadas, evidenciando que, pese al dominio del género magacín en las tardes, hay espacio y apetito por parte de la audiencia para propuestas de ficción bien ejecutadas.
En este contexto de competición vespertina, Antena 3 se alzó como la cadena más vista del día, demostrando la fortaleza y el atractivo de su programación general, aunque en esta ocasión no haya conseguido la supremacía en las disputadas tardes.
La disputa por la audiencia no solo refleja la rivalidad entre formatos y rostros televisivos; también subraya la evolución constante de los contenidos televisivos para satisfacer los intereses y las demandas de un público diverso y exigente. En este duelo de titanes, tanto «TardeAR» como “Y ahora Sonsoles” continúan adaptándose, innovando y ofreciendo al espectador un motivo para elegirlos cada tarde, contribuyendo a la riqueza del panorama televisivo nacional.
