Toledo Celebra el Festival del Medio Otoño Chino en el Corral de Don Diego
Este pasado domingo, el Corral de Don Diego en Toledo se convirtió en el epicentro de una de las fiestas tradicionales chinas más importantes: el Festival del Medio Otoño. Esta celebración, que sigue al Año Nuevo Chino en su significancia, y que actúa como un símbolo de reencuentro familiar y de patriotismo, atrajo a un público diverso y numerosos representantes oficiales.
La concejal de Cultura de Toledo, Ana Pérez, fue una de las figuras destacadas en el evento. En su intervención, subrayó la importancia de estrechar lazos culturales con China, afirmando que el festival "nos aporta un valor añadido para alcanzar un objetivo claro, el de conseguir que Toledo se convierta en Capital Europea de la Cultura en el año 2031". Para Pérez, la celebración de eventos de esta naturaleza no solo enriquece culturalmente a la ciudad, sino que también fomenta una mayor inclusión y respeto entre diferentes culturas.
Diversos concejales de la corporación municipal, la Ministra Consejera de la Embajada China, Du Juan, y el cónsul de la Embajada China en España, Jiang Zhenshi, también estuvieron presentes en el evento, lo que subraya la relevancia de la festividad. Las actuaciones culturales de la Federación Española de Mujeres Chinas de Ultramar ‘Hua Xing Art Troupe’, la Escuela de Danza Flamenca Trinidad Giles y la compositora Ana Alcaide deleitaron a los asistentes, creando una atmósfera vibrante y multicultural.
"Para el Ayuntamiento de Toledo es un honor participar en esta conmemoración, sobre todo, después de haber celebrado la Noche del Patrimonio este pasado sábado, en la que todos pudimos disfrutar de entornos únicos en la ciudad como el Corral de Don Diego y el Salón Rico, que acabamos de inaugurar hace pocos meses", destacó Ana Pérez.
El director del Instituto Confucio, Jaime Moraleda, en representación del rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, también enfatizó la “excelente conexión con la cultura china en esta ciudad” y la importancia de este tipo de actos para enriquecer mutuamente ambas culturas.
El evento no solo fue una ocasión para celebrar una tradición milenaria, sino también un testimonio del compromiso de Toledo con la diversidad cultural y la interculturalidad, en su camino hacia la posible designación como Capital Europea de la Cultura en 2031.
La celebración fue un éxito que, sin duda, dejó una huella positiva tanto en los toledanos como en la comunidad china residente en la ciudad, abriendo así un camino de colaboración y entendimiento que seguirá creciendo en los años venideros.