Durante los primeros meses de 2023, amplias zonas de la mitad sureste de la Península han registrado una alarmante escasez de precipitaciones. Según el portal meteorológico eltiempo.es, ciudades como Ciudad Real, Toledo y Teruel, e incluso algunas zonas, han pasado más de cien días sin lluvia relevante, es decir, sin más de 2.5 litros de precipitación por metro cuadrado. Este 2023 ha presentado uno de los inicios más secos desde que se tienen registros en numerosos puntos de España, debido a la estabilidad atmosférica que ha predominado en la región, permitiendo apenas el acceso de las borrascas.
A pesar de que en enero y febrero la estabilidad fue más fría, marzo y abril han sido estables y más cálidos de lo normal. Existen estaciones en las que no se han registrado precipitaciones relevantes, agudizando la sequía que, según el portal, en muchos lugares es la peor desde los años 70. Eltiempo.es ha analizado datos de más de un centenar de estaciones meteorológicas para llegar a esta conclusión.
En Teruel, capital de la región, apenas se han registrado más de 6 litros por metro cuadrado de lluvia en todo lo que va de año, y ninguno de esos días ha sido relevante. Este hecho lo convierte en el comienzo de año más seco registrado en Teruel. La misma situación se produce en Toledo y algunas zonas de Ciudad Real, donde no ha llovido de forma relevante desde el inicio del año. En otras regiones de la Península, han pasado más de 30 días sin llover relevante, y en las Islas Canarias, se encuentran en torno a los 50 o 60 días.
Sin embargo, el norte de la península es la excepción, ya que ha tenido rachas sin lluvia relevante de 10 a 20 días en general. Aunque hay algunos puntos donde la racha seca sin lluvia no es excepcionalmente larga, la verdad es que no ha llovido mucho.
El patrón se repite en otras zonas, como Huelva, donde se registra el comienzo de año más seco conocido, o en Sevilla, donde 2023 está en segundo lugar en cuanto a sequía, casi empatado con 1983. Los anticiclones que dominan gran parte de la atmósfera contribuyen a esta sequía: son áreas de alta presión, con movimientos descendentes de aire y masas de aire secas en su interior, que no favorecen la formación de nubes y lluvias. Las dorsales, en cambio, son estructuras en capas más altas de la atmósfera, con aire estable y movimientos subsidentes que impiden la formación de nubes y lluvias.
Los anticiclones y las dorsales son patrones diametralmente opuestos a los que atraen la lluvia a España, por lo que eltiempo.es concluye que «la lluvia ha estado prácticamente ausente en la mayor parte del país».