La asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Guadalajara intenta encontrar familia de acogida para que dos de los nueve niños que se solicitaron para que este verano pasaran dos meses en la provincia a través del programa ‘Vacaciones en Paz’ no se queden sin ellas, de ahí que pidan a los guadalajareños que se quiten «el miedo» y que se animen a hacer más felices a estos pequeños durante un par de meses.
Y es que, finalmente, solo siete niños saharauis del programa ‘Vacaciones en Paz’ regresarán este verano a Guadalajara –del 9 de julio al 9 de septiembre– tras dos años de parón debido a la pandemia. «Tenemos un niño y una niña que se quedan este año sin familia y en Guadalajara y sería una pena que perdieran la oportunidad de poder venir cuando están a las puertas», ha afirmado a Europa Press la presidenta de la asociación, Elisa de Miguel.
Pero lo cierto es que este año, de momento, solo llegarán siete frente a los 24 que vinieron en 2019 –el año previo a la pandemia–, un descenso que desde la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en la provincia atribuyen a factores como la crisis económica que viven muchas familias; la situación laboral, ya que hay que tener tiempo y disponibilidad, y también «al miedo» que aún existe por la pandemia, ha abundado De Miguel.
Sin embargo, la presidenta de la asociación vuelve a hacer un llamamiento a los guadalajareños para que, ya casi en tiempo de descuento, se animen a traerse a los dos niños que no han encontrado familia y que, por tanto, no podrán pasar sus vacaciones en Guadalajara.
«Ya sabíamos que este año las expectativas iban a ser bastante bajas, y aunque lo cierto es que solicitamos nueve niños, finalmente, solo hemos encontrado familia para siete», ha apuntado la presidenta, para quien se hace especialmente duro el hecho de que en este caso saben ya los nombres de pequeños.
Según De Miguel, en este tiempo han recibido bastantes llamadas de familias para interesarse por el acogimiento, pero «no ha cuajado» por distintos motivos, siendo el perfil mayoritario el de funcionario o funcionaria.
De los siete menores que llegarán el 9 de julio a Guadalajara, cuatro son niñas y tres niños, y en todos los casos serán acogidos por familias de la capital y del Corredor.
Las dificultades de este año para encontrar familias no es algo exclusivo de Guadalajara, sino que, según De Miguel, también se han dado en otras provincias de Castilla-La Mancha con las que mantiene más contacto, siendo Ciudad Real la menos afectada, entre otras razones, porque cuenta con asociaciones en distintos municipios y así es más fácil llegar más lejos.