Ciudad Real celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales con un acto emotivo y lleno de esperanza
En un día que quedó marcado en la memoria de quienes valoran la lucha por la igualdad y el reconocimiento del papel fundamental de las mujeres en el mundo rural, la ciudad de Ciudad Real se vistió de alegría y reivindicación. La organización Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural, AMFAR, conmemoró su día grande en un acto multitudinario celebrado en las instalaciones de IFEDI, donde las voces de las mujeres rurales resonaron con fuerza, esperanza y determinación.
La jornada tuvo un carácter muy especial, sobre todo por el retorno a la vida pública de Lola Merino, presidenta nacional de AMFAR, quien desde hace 15 meses había mantenido un apartado silencio debido a problemas de salud. Su presencia fue recibida con entusiasmo y calidez por parte de la comunidad, y en particular, por el alcalde de la ciudad, Francisco Cañizares, que además de ejercer de anfitrión, quiso destacar la importancia de ese momento: “Es un honor que una organización tan importante a nivel nacional como AMFAR elija Ciudad Real para celebrar su día más grande. Ver a Lola aquí, con esa fuerza que siempre la ha caracterizado, nos llena de alegría”, expresó emocionado.
El alcalde también subrayó el papel de las mujeres rurales como pilares de la sociedad, destacando que su liderazgo y lucha por los derechos han sido mayores que en otros ámbitos. “El futuro de nuestra provincia, y de cualquier sociedad, pasa por que las mujeres puedan acceder con igualdad a todo lo que desean y merecen. La lucha y el ejemplo de muchas de ellas son la base para seguir avanzando”, afirmó.
Por su parte, Lola Merino hizo un recorrido por casi tres décadas de historia, rememorando que la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales fue pionera en 1997. Desde entonces, ha sido un referente en la reivindicación de un ámbito que sigue enfrentando desafíos. Rodeada de mujeres que ocupan cargos relevantes en AMFAR, aseguró que “las mujeres en el rural somos ejemplo vivo de cómo se puede avanzar en igualdad y destruir desigualdades”. Son agricultoras, ganaderas, médicas, maestras, policías, madres, hosteleras… mujeres que en pequeños pueblos o en grandes ciudades han sacado adelante sus proyectos y han demostrado que la perseverancia y el espíritu de lucha son las mejores herramientas para transformar realidades.
Merino no evitó hablar sobre los problemas que aún acechan al sector rural: “Estamos en un momento difícil. La gestión del agua, las políticas hidráulicas, y en especial, la incertidumbre en torno a la Política Agraria Común (PAC) amenazan con desdibujar las conquistas alcanzadas. La posible desaparición del presupuesto agrario y el cambio en la PAC serían un golpe duro para la economía y la vida de muchas familias rurales”.
El acto, cargado de emociones y reivindicaciones, sirvió además para reafirmar el compromiso de la sociedad con la igualdad y el desarrollo rural, además de honrar la capacidad y el liderazgo de las mujeres que, con esfuerzo diario, luchan por un futuro más justo y equitativo.
Este 15 de octubre quedará en el recuerdo como un día en que la voz de las mujeres rurales terminó por hacerse notar con fuerza y esperanza, y en el que Ciudad Real volvió a demostrar que el reconocimiento y apoyo a quienes trabajan la tierra y la crean con su esfuerzo diario, es una prioridad que trasciende cualquier calendario.