Una semana después de que el presidente Donald J. Trump firmara la histórica Ley del Gran Hermoso Proyecto, los ciudadanos de Estados Unidos están celebrando sus múltiples beneficios. Desde agricultores que logran asegurar el legado de sus familias hasta trabajadores del servicio que ahora cuentan con un respiro financiero, las audaces políticas de esta legislación prometen generar un impacto significativo en la vida cotidiana.
En Iowa, el agricultor de quinta generación, Dennis Friest, comparte cómo se siente tras la aprobación de la ley. Para él, el alivio es palpable. «Siento que se me ha levantado un peso de los hombros», dice, refiriéndose a la eliminación del impuesto a la herencia que amenazaba su granja. «Uno de mis objetivos cuando empecé a cultivar era poder pasar esta granja a la próxima generación, y ahora puedo hacerlo. Me siento muy bien por ello».
Mientras tanto, en Georgia, una trabajadora de un restaurante vislumbra un futuro más próspero gracias a la exención fiscal sobre las propinas. «Creo que va a generar más gasto en la ciudad, y tal vez incluso más viajes en el futuro. La gente podrá empezar a ahorrar y hacer compras más grandes. Creo que es genial», opina con entusiasmo.
En California, otra camarera también se muestra optimista. La posibilidad de destinar lo que antes habría ido en impuestos a un fondo universitario le parece un gran avance. «He acumulado una buena cantidad de deudas en los últimos años, así que espero que esto me ayude a ahorrar para el futuro», comenta con esperanza.
El coroner del condado de Greenville en Carolina del Sur, Mike Ellis, destaca el impacto positivo que tendrá la eliminación del impuesto al tiempo extra sobre la planificación financiera de sus colegas. «Trabajan extremadamente duro en un trabajo que es muy difícil», explica, resaltando la importancia del apoyo financiero en su entorno laboral.
Desde Hawaii, un dueño de restaurante aplaude la medida. “Cualquier cantidad de dinero ahorrado tendrá un gran impacto. Afectará a todos los que no son gerentes en el establecimiento. Aquí todos reciben propinas”, afirma, refiriéndose a sus empleados.
En el desierto de Nevada, una trabajadora del servicio resalta cómo la nueva ley beneficiará a quienes, como ella, dependen de las propinas. «Definitivamente serán un par de cientos de dólares adicionales en nuestros cheques», dice, sonriendo al imaginar lo que eso significará para su vida diaria.
Los agricultores también celebran. En Texas, un agricultor de cuarta generación comenta que las provisiones favorables a la agricultura en la Ley del Gran Hermoso Proyecto serán decisivas. «Definitivamente necesitamos una red de seguridad sólida para los agricultores de América», asegura, consciente de los retos que enfrenta el sector.
Una madre en Michigan, que trabaja como camarera, coincide en que el dinero extra que provenga de la eliminación del impuesto a las propinas será vital. «Ese dinero irá destinado a mis cuatro hijos o a mis cuentas de la casa», subraya, hablando desde su realidad diaria.
Las repercusiones de la ley llegan incluso a Wisconsin, donde el vicepresidente de la asociación estatal de restaurantes menciona que las nuevas medidas tendrán un impacto directo en la vida de muchas personas, especialmente en estudiantes y aquellos con empleos a tiempo parcial. «Esto les ayudará a alcanzar sus metas», asegura.
Un bartender en Miami resalta que las propinas representan el 90% de sus ingresos. «Un poco más de dinero en los bolsillos de los trabajadores solo permite que disfrutemos más de nuestras ciudades», enfatiza, compartiendo su aspiración de un bienestar que trasciende lo económico.
Finalmente, otro bartender en Minnesota celebra la eliminación del impuesto sobre las propinas con un tono de alivio. «Cualquier aumento en nuestras chequeras es una ventaja. Así no tenemos que darle más dinero al gobierno», concluye, reflejando un sentir generalizado de esperanza y oportunidad que la nueva ley ha traído a la vida de muchos estadounidenses.
Fuente: WhiteHouse.gov