En un acontecimiento político de gran envergadura dentro del Parlamento Europeo, la extrema derecha se consolida con la creación de un nuevo grupo denominado ‘Europa de las Naciones Soberanas’. Este cambio se produce tras la transformación de Identidad y Democracia (ID) en ‘Patriotas para Europa’, movimiento respaldado por el primer ministro húngaro Viktor Orbán y liderado por el Rassemblement National de Marine Le Pen. Ahora, una facción aún más derechista emerge, centrada alrededor de Alternativa para Alemania (AfD), partido que sufrió la expulsión de ID por parte de Le Pen y los seguidores de Matteo Salvini después de controversias sobre comentarios de su principal candidato relacionados con las SS nazis.
Dentro de este nuevo círculo, se encuentra ‘Se Acabó La Fiesta’ (SALF), el partido de Luis ‘Alvise’ Pérez, que logró captar la atención en las últimas elecciones europeas al asegurar 3 escaños. La confirmación de su inclusión y la de otros miembros fija un hito en la política europea, indicando un fortalecimiento y reorganización de la extrema derecha dentro de la institución.
Además de AfD, el grupo incorpora partidos como Reconquête del polémico Éric Zemmour, el SPD checo y el Republika eslovaco, este último conocido por sus vínculos con movimientos neonazis. Otras formaciones, como el Mi Hazánk húngaro, también se suman, consolidándose como una coalición más derechista que sus competidores.
La estructura y financiación del Parlamento Europeo juegan un papel clave en este realineamiento político. Estar agrupados permite acceder a fondos adicionales para gastos parlamentarios, un recurso no disponible para miembros no inscritos. Este aseguramiento de recursos viene acompañado de un control riguroso por parte de la Eurocámara para evitar que los fondos se destinen a campañas electorales internas de los países miembros.
La creación de ‘Europa de las Naciones Soberanas’ pone de manifiesto las dinámicas cambiantes y a menudo turbulentas de la política europea contemporánea. A pesar de constituir el grupo más pequeño dentro del Parlamento, con 28 eurodiputados de 9 países, refleja el creciente atractivo de la extrema derecha entre ciertos sectores del electorado. Las repercusiones de este nuevo bloque, tanto en términos de política interna europea como en las relaciones entre los Estados miembros, marcarán un capítulo intrigante en la historia del continente.
Además, este realineamiento destaca el desafío que enfrenta la integración europea frente a Ideologías nacionalistas y soberanistas en ascenso. Mientras que otros grupos parlamentarios ya han anunciado la aplicación de un «cordón sanitario», evitando colaboraciones con ‘Europa de las Naciones Soberanas’, este nuevo conglomerado buscará influir en temas críticos y respaldar mensajes que refuercen sus posiciones nacionalistas a nivel nacional, evidenciando una vez más la complejidad y los desafíos del panorama político europeo.
