Barones del PP diseñaron un plan de contingencia antes de la ruptura con Vox para mantener la estabilidad en cinco autonomías
La ruptura entre Vox y el PP se consumó la semana pasada cuando Vox exigió que el PP rechazara el plan de distribución de menores migrantes. Los ultraderechistas dieron por rotos los acuerdos en cinco autonomías, desatando una crisis política. Ante esta situación, los barones territoriales del PP ya tenían preparado un plan de contingencia, según informó El Mundo.
Vox difundió una nota de prensa confirmando la ruptura y convocando una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo Nacional. La estabilidad institucional de Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón y Extremadura está en el aire, pero el PP mantiene la calma, habiendo anticipado esta situación.
Reacciones y planes del PP ante la ruptura
Tras aceptar el reparto obligatorio de menores migrantes, como avanzó Alberto Núñez Feijóo, Vox rompió los acuerdos a las 22:30 horas del miércoles. Los barones del PP ya tenían un plan para mantener la estabilidad, con opciones que incluyen cambios en las consejerías y la liquidación de puestos de Vox. En Extremadura, por ejemplo, no hubo contacto directo entre Vox y el PP, lo que refuerza la posición de los conservadores.
El plan B de los populares incluye medidas en Castilla y León y Aragón. Algunos en el PP consideran que la salida de Vox puede ser beneficiosa a largo plazo, esperando que algunos miembros de Vox desoigan las órdenes de su partido y permanezcan en el gobierno. En Aragón, creen que la maniobra de Vox se debe al “miedo a Alvise”, un discurso extremista que ha influido en sus decisiones.
Perspectivas en Murcia y Extremadura
En Murcia, el gobierno de Fernando López Miras se opuso a acoger más menores migrantes, apelando a la solidaridad de otros territorios para ayudar a Canarias. Vox elogió esta postura, pero la coherencia en sus decisiones a nivel nacional sigue en duda. En Extremadura, el PP destaca que no hay acuerdo específico sobre inmigración con Vox, por lo que la ruptura es difícil de justificar.
Vox dejaría de gobernar al 24% de la población española si no rectifica, lo que supone un alivio para los conservadores que buscan evitar la inestabilidad en sus gobiernos. Además, el PP destaca la postura firme de Feijóo en defensa de sus convicciones y su apuesta por la solidaridad entre personas y territorios.
