Alumnas del Alfonso VIII de Cuenca obtienen un título nacional por su proyecto para remozar el antiguo apeadero de Cardenete

Alumnas del Alfonso VIII de Cuenca cosechan un título nacional por su idea para remozar el antiguo apeadero de Cardenete

Un grupo de cinco jóvenes estudiantes del instituto Alfonso VIII de Cuenca ha logrado un notable reconocimiento a nivel nacional gracias a su innovador proyecto arquitectónico y de rehabilitación, que ha sido galardonado en la V Olimpiada de Ingeniería en la Edificación de Arquitectura Técnica. Hannah Barritt, Judit Escamilla, Alba Gutiérrez, Paula Martínez y Natalia Martínez han presentado una propuesta que busca revitalizar el antiguo apeadero de la vía de tren convencional de La Gramedosa, en Cardenete, con el objetivo de beneficiar tanto a los residentes locales como a los visitantes.

Este trabajo interdisciplinar no solo destaca por su enfoque arquitectónico, sino también por su compromiso con la sostenibilidad y la creación de empleo en una zona considerada parte de la «España Vaciada». Las estudiantes, acompañadas por su profesora Lucía Sánchez, han diseñado un espacio multifuncional que incluirá una cafetería, un punto de información turística, una biblioteca, una sala de yoga, un gimnasio y un torreón destinado a proyecciones y charlas. Este conjunto de actividades está orientado a atraer tanto a turistas como a vecinos de la comunidad.

La propuesta incluye elementos como un estanque, una terraza y un jardín extenso, complementados por espacio para rutas verdes que fomenten el senderismo y el ciclismo en el área. Además, las alumnas sugieren que el apeadero de La Gramedosa sirva como un mirador para la observación de cielos nocturnos, un atractivo adicional gracias a la baja contaminación lumínica de la zona.

En cuanto a la accesibilidad, el proyecto incorpora salvascaleras, pavimentos táctiles y señalética en braille, garantizando que el espacio sea inclusivo para todas las personas. Judit Escamilla destaca la autosuficiencia de la edificación, que se sustentaría en energías renovables como la solar y eólica, además de aprovechar la geotermia para calefacción y tratar el agua de lluvia. Su enfoque en la economía circular también implica la utilización de materiales sostenibles, preferentemente provenientes de empresas locales.

La propuesta ha sido inspirada por el entorno natural que rodea el edificio, que cuenta con atractivos turísticos como las Hoces del Cabriel y las pinturas rupestres de Villar del Humo. Hannah Barritt señala la importancia de potenciar estos recursos naturales, no solo para atraer visitantes, sino también para contribuir al desarrollo y la retención de población en Cardenete y localidades aledañas.

El proyecto ha sido resultado de un esfuerzo conjunto, donde la creatividad y la sostenibilidad han guiado cada decisión, a pesar de las discrepancias surgidas en el proceso de ideación. Las alumnas han expresado su sorpresa ante el reconocimiento nacional obtenido, asegurando que este premio les ha motivado aún más a seguir camino hacia el mundo de la arquitectura y la ingeniería.

Lucía Sánchez, la profesora del grupo, ha elogiado el compromiso y la dedicación de sus alumnas, subrayando la importancia de proyectos como este en la aplicación de conocimientos teóricos adquiridos en el aula. El director del centro, Ángel Luis Navarro, también ha manifestado su orgullo, destacando que tal reconocimiento refleja el esfuerzo colectivo y el potencial del alumnado.

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