Altas temperaturas y grandes rachas de viento aumentan los siniestros en C-LM, aunque el 88% queda en conato

Las altas temperaturas, las grandes rachas de viento y el hecho de que la vegetación esté seca por la escasez de precipitaciones de primavera ha motivado un incremento de los incendios este mes de junio en Castilla-La Mancha, aunque el 88 por ciento de los siniestros que se ha producido ha acabado en conato –menos de una hectárea afectada– y no ha llegado a incendio forestal.

A preguntas de los medios tras presentar el nuevo Observatorio de Consumo de Castilla-La Mancha, el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, ha recordado que la campaña de incendios «está en sus inicios» y se podrá contar con más información a final de mes, pero sí ha destacado el aumento de los siniestros debido a las condiciones climatológicas «adversas» que está sufriendo la región.

No obstante, ha reseñado que el 88 por ciento de los siniestros «se quedan en conato», lo que significa que el dispositivo, el Plan Infocam, «está consolidado» y trabaja los 365 días del año, lo que hace que la labor de prevención sea «tremenda, espectacular», confiando en que en lo que queda de campaña no haya «grandes incendios que lamentar», teniendo en cuenta que ahora llega «la época de alto riesgo».

Escudero ha agradecido tanto la labor del dispositivo para dar respuesta a cualquier incendio forestal que se produce en la región como el trabajo que realiza en otras comunidades autónomas gracias a que, tras la inversión que lo ha consolidado, es posiblemente «el mejor dotado a nivel estatal y con las mejores condiciones laborales».

En concreto, el dispositivo castellanomanchego ha colaborado en el incendio de La Culebra, en Zamora, y en otros como Cáceres, Aragón, Cataluña y Navarra, con casi 100 personas desplazadas a esos territorios entre medios aéreos y terrestres.

Finalmente, ha valorado la responsabilidad y la colaboración de la ciudadanía de Castilla-La Mancha, a la hora de sensibilizarse y concienciarse en este ámbito, así como la del sector primario, donde los agricultores «han ayudado con recomendaciones para que cuando las temperaturas o rachas de viento hagan difícil el trabajo en el campo no lo hagan».

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