En un fin de semana clave, Almagro enfrentó el desafío de medirse contra Azuqueca, un equipo que previamente había provocado uno de los pocos tropiezos del conjunto encajero en la temporada. Las locales llegaban después de una racha de juegos en los cuales no lograban mostrar su máximo potencial, en parte debido a las ausencias y el cansancio acumulado. Este partido se presentaba como una oportunidad de redención y, conscientes de la importancia, salieron con determinación desde el primer minuto para evitar cualquier sorpresa, logrando dominar y presionar a su rival en su propio campo.
El encuentro fue un ida y vuelta constante, donde ambos equipos tuvieron momentos de brillo. Azuqueca respondió rápidamente al primer gol de Almagro, equilibrando el marcador temporalmente. Sin embargo, la calidad individual de jugadoras como Rebeca, quien anotó tres goles, marcó la diferencia a favor de Almagro. A pesar de encontrarse en desventaja, Azuqueca no bajó los brazos y empleó estrategias como la portera jugadora para ejercer mayor presión, lo cual les rindió frutos temporales, acercándolos en el marcador y manteniendo la tensión del juego hasta los últimos minutos.
Al final, la experiencia y eficacia de Almagro prevalecieron, especialmente en la recta final del partido, permitiéndoles ampliar la diferencia en el marcador y asegurar la victoria. La expulsión de una jugadora de Azuqueca mermó las posibilidades de una remontada late en el juego, mientras que Almagro supo administrar su ventaja y realizar rotaciones inteligentes para mantener la frescura del equipo. Este triunfo no solo significó tres puntos importantes para Almagro sino también un regreso a la senda de la victoria, demostrando su capacidad de superación y cohesión como equipo, además de ser un regalo adelantado para el cumpleaños del técnico Jaime García, quien seguro celebró con satisfacción el desempeño y compromiso mostrado por sus jugadoras.