En un esfuerzo conjunto por mejorar la gestión del agua y la sostenibilidad ambiental, las alcaldesas de Almadén, Raquel Mª Jurado, y de Chillón, Manuela Escudero, acompañadas de sus concejales José Rodríguez y Antonio Godoy respectivamente, así como del Jefe de Producción de Aqualia, Antonio Gutiérrez, y un equipo técnico especializado, realizaron una visita oficial a las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (E.D.A.R.) de ambos municipios. Esta visita tuvo como propósito principal verificar las mejoras realizadas por Aqualia, que se han enfocado en optimizar los procesos de depuración y la eficiencia energética de estas instalaciones.
Las mejoras implementadas en las plantas de Almadén y Chillón han consistido fundamentalmente en la actualización del proceso de aireación, un paso crucial para la eliminación efectiva de materia orgánica y otros contaminantes presentes en las aguas residuales. Este avance se ha logrado mediante la instalación de nuevos sistemas de inyección y difusión de aire más eficientes, lo que garantiza la devolución de agua al medio ambiente con características óptimas y en cumplimiento con las normativas de calidad ambiental vigentes.
Durante el proceso de renovación, se aprovechó también para actualizar los aceleradores de corriente del reactor biológico, así como para instalar equipos de medición avanzados que contribuyen a la mejora continua del proceso depurativo. La sustitución de equipos obsoletos, junto con la puesta en marcha de nuevos procedimientos como el desarenado-desengrasado y la deshidratación de fangos, forman parte de las numerosas acciones llevadas a cabo para aumentar la eficiencia de las EDARs.
Además, la estación de bombeo de aguas residuales en Almadén ha sido completamente remodelada, incluyendo nuevas instalaciones para el cribado, tamizado, y rebombeo, lo que facilita un tratamiento más eficiente del agua. Se han construido también dos nuevos edificios destinados al alojamiento de las soplantes y los sistemas eléctricos de protección y maniobra de los equipos.
Estas intervenciones no solo han resultado en una mejora significativa de la eficiencia energética y el proceso de depuración, sino que también han proporcionado una mayor eficiencia técnica, mejor calidad de los fangos, y una reducción en los costos de reposición de equipos. Gracias a estas mejoras, las EDARs de Almadén y Chillón ahora cuentan con una mayor capacidad de tratamiento y una respuesta más ágil y efectiva ante variaciones en la carga contaminante de las aguas residuales, marcando un hito importante en la gestión del agua y la protección ambiental en ambas localidades.