El Grupo 76 Alkasar enfrentó una dura batalla en su intento por mantenerse en la lucha por el liderato de la liga, teniendo que medirse contra un CEI Toledo fuerte y decidido. Desde el principio, el equipo local impuso un ritmo de juego basado en transiciones rápidas y un juego interior dominante, logrando una ventaja inicial en el marcador. No obstante, el equipo visitante de Alkasar no se dejó amedrentar fácilmente y ajustó su juego en el segundo cuarto, llegando al descanso con una mínima ventaja a su favor. El partido mantuvo un alto nivel de igualdad hasta el último cuarto, donde Toledo tomó la delantera, aprovechando una merma en la efectividad de Alkasar, cerrando el encuentro con un 68-48 que no reflejó del todo la competencia vista en la cancha.
Por otro lado, el equipo dirigido por Roberto Sánchez, el Cervantes, tuvo un enfrentamiento lleno de emociones y paridad en el marcador contra su rival en el Puerta de Santa María. El juego, marcado por una constante búsqueda de canastas por parte de ambos equipos, encontró en la dirección de Yoli Meneses un punto clave para el planteamiento de Cervantes. A pesar de lograr diferencias significativas a su favor, el partido mantuvo una intensa igualdad, la cual culminó en un dramático desempate donde, desafortunadamente para Cervantes, Guadalajara consiguió la victoria con un triple decisivo en los momentos finales.
Estos encuentros subrayan la intensidad y el equilibrio competitivo existente en la liga, donde cada partido puede decantarse por detalles mínimos y la determinación en los momentos clave. Para Alkasar, esta derrota representa un golpe a sus aspiraciones de liderato, mientras que para Cervantes, a pesar de la derrota, queda el consuelo de haber competido al máximo nivel y haber estado muy cerca de lograr un resultado positivo. La emoción del deporte radica en su imprevisibilidad y en cómo, aún en la derrota, se pueden extraer lecciones y motivaciones para los siguientes desafíos.