El comisionado para el Reto Demográfico del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Alique, ha considerado que, aunque ha habido un «salto cualitativo» en el abordaje del problema de la despoblación por parte de la Unión Europea, aún «queda mucho» por hacer en este aspecto, pidiendo que se adopten criterios a nivel europeo para que los fondos lleguen a las zonas despobladas «de forma transversal».
Alique ha participado, en el marco del evento ‘Empuéblate’ celebrado este viernes en Toledo y organizado por Eurocaja Rural y Next Educación, en una mesa redonda junto con la eurodiputada de Cs en el Parlamento Europeo Susana Solís y la diputada del PP en el Congreso de los Diputados Milagros Marcos, donde el comisionado ha demandado que se pueda bajar a ámbitos inferiores a la provincia para calcular si un territorio está despoblado o no.
En este punto, ha solicitado también que existan criterios de discriminación y apoyo específico para corregir las desigualdades territoriales, haciendo hincapié también en que para muchos ayuntamientos pequeños el sistema de ayudas supone «un problema» ya que tienen que adelantar el dinero que luego posteriormente les reintegra la UE.
«Para la gestión de los fondos hay muchos problemas, hay administraciones que no tienen personal adecuado para poder pedirlos y luego hay mucho trabajo porque son compartimentos estancos», ha manifestado.
Por otra parte, Alique ha puesto en valor la Ley de Despoblación de Castilla-La Mancha, una norma cuyo reto es «la igualdad y que haya unas condiciones de vida dignas para las personas que viven en el medio rural».
En este sentido, ha nombrado dos proyectos «muy interesantes» en la Comunidad Autónoma como es un programa piloto para rehabilitar viviendas en desuso para alquilarlas «con unas condiciones adecuadas» y un programa de ocio y cultura en los pueblos con problemas de despoblación.
EL REGADÍO, LA SOLUCIÓN
Por su parte, Milagros Marcos ha aseverado que no se le ocurre ningún plan mejor para trabajar contra la despoblación que «garantizar que cada municipio tenga agua». Sobre esto, ha alegado que un pueblo con regadío modernizado tiene un 40 por ciento de población más que aquellos donde no hay agua, los jóvenes se incorporar a la agricultura un 60 por ciento más, se ahorra energía y cada hectárea produce hasta seis veces más.
«Donde hay rentabilidad hay población y la gente se anima, lo que hace falta es facilitar el trabajo», ha insistido, comentando que lo importante para el sistema alimentario español es que sea «competitivo y rentable».
«Se nos llena la boca hablando de la importancia de la agricultura y la ganadería y resulta que con menos de 35 años solo hay un 4 por ciento de agricultores y eso va muy asociado a la rentabilidad. Para que algo sea rentable tienes que tener más ingresos o menos gastos y eso es lo contrario de lo que está pasando ahora mismo», ha proseguido.
EUROPA HA HECHO LOS DEBERES
Finalmente, Susana Solís ha defendido que Europa «ha hecho los deberes» ahora porque «por primera vez pone el foco en el reto demográfico». «Europa nos ha puesto un marco y nos ha dicho: ‘Lo que pedíais, ahí lo tenéis’. Tenemos el marco y tenemos los fondos», ha asegurado.
Solís ha considerado que la Unión Europea ha dado en la actualidad «una flexibilidad como no se ha dado nunca» para la utilización de sus fondos pero ha opinado que «hay un problema de burocracia en España que no se da en el resto de los países», por lo que ve «urgente» que se pongan los recursos a disposición de la población «porque nos jugamos mucho».
De igual modo, ha valorado la posibilidad de que las renovables sean una solución «a medio y largo plazo» pero, además de las clásicas solar y eólica, ha puesto el foco en el biogás y la biomasa, país en el que Francia es una potencia pero España tiene «mucho más potencial» que el país galo.
