El Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de Ciudad Real, en colaboración con Repsol, ha anunciado el inicio de estudios que buscan evaluar la viabilidad de proyectos enfocados en la producción de biocombustibles a partir de los residuos municipales. La noticia surge tras una reunión en la que han participado importantes figuras como Miguel Ángel Valverde, presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, Carlos Villajos, presidente de RSU, José Manuel Labrador, gerente del Consorcio, y José Antonio Talavera, vicepresidente del mismo, así como Ignacio Sánchez, gerente de Desarrollo de Negocio de Residuos Urbanos, Industriales y Agroforestales de Repsol, y otros representantes de la compañía. Durante el encuentro se han explorado diversas líneas de acción y se ha compartido esta información a través de un comunicado.
El proyecto conjunto RSU-Repsol tiene como objetivo la creación de biocombustibles avanzados mediante el empleo de tecnologías tanto termoquímicas como biológicas a partir de los residuos urbanos. Aparte de este enfoque, se ha considerado la producción de combustibles renovables orientados a la industria petroquímica y la generación de hidrógeno o diésel renovable, en especial para el transporte pesado y marítimo. Estos combustibles se producirían a través de procesos de gasificación o pirolisis que utilizan los rechazos de residuos sólidos urbanos recolectados en las plantas de tratamiento del RSU.
Para el Consorcio, estas iniciativas son estratégicas y se alinean con los objetivos de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, promoviendo la transición hacia una economía circular en consonancia con las directivas europeas de gestión y reciclaje de residuos. Dentro de la agenda del Consorcio, se busca anticiparse a los hitos legislativos que marcan una reducción significativa de la cantidad de residuos que se llevan a vertedero, apuntando a que solo el 20% del total generado alcance los vertederos en 2030 y un 10% en 2035. El fin último es fomentar que para el año 2030, el 60% de los residuos, y para el año 2035, el 65%, sean separados y tratados adecuadamente para su reutilización y reciclado. Con estos estudios, tanto el Consorcio como Repsol buscan trazar un camino hacia una gestión de residuos más sostenible, eficaz y adaptada a los retos medioambientales actuales.