En un episodio reciente del programa televisivo «Batalla de restaurantes», la higiene del restaurante La Curva, situado en el corazón de Guadalajara, ha desatado una ola de críticas y asombro tanto entre los competidores como en los espectadores. Durante la visita previa a la degustación de los platos, los participantes del concurso y el conocido chef y presentador Alberto Chicote experimentaron un choque al descubrir las condiciones insalubres en las que operaba la cocina de uno de los establecimientos competidores.
El chef Darío Menéndez, uno de los rivales en la competencia y propietario de otro restaurante, expresó su preocupación al optar por una simple ensalada mixta como su elección de menú, dudando de la salubridad general de la cocina. «El nivel de salubridad de la cocina, digamos que no era del todo correcto», comentó Menéndez, lo que podría ser visto como un suave eufemismo una vez reveladas las condiciones reales del lugar.
A primera vista, el restaurante presentaba una imagen de limpieza y orden. Sin embargo, la sorpresa llegó al inspeccionar más de cerca. Al abrir los hornos y neveras, y levantar ciertos objetos y utensilios, se evidenció un panorama desolador. La campana extractora escondía una acumulación preocupante de grasa y un utensilio usado en la preparación de alimentos estaba tan sucio que fue enviado inmediatamente a lavar.
«¡Échalo a lavar! Eso hay que echarlo a lavar, por favor», exclamó alarmado uno de los competidores, tras el descubrimiento del deplorable estado de la cocina. Las encimeras y la cámara principal de refrigeración no se quedaron atrás en revelar aún más descuidos en la limpieza, encontrándose con un espectáculo tan grotesco que uno de los chefs mencionó ver «cuatro elefantes, cinco leones, un señor de Albacete y una colonia de indios bailando», en un intento de humor para describir la surrealista suciedad encontrada.
Las preocupaciones se agudizaron cuando se mencionó la presencia de cultivos bacterianos dispersos por toda la cocina, considerándolo «un despropósito total» por parte de Darío. Esta alarmante situación llevó a Chicote y al equipo de producción a evaluar seriamente la continuidad de La Curva en el concurso, reflejándose en las calificaciones finales del establecimiento, las cuales fueron ostensiblemente bajas.
El escándalo no solo ha llamado la atención sobre las condiciones de La Curva, sino que también ha despertado un debate más amplio sobre los estándares de higiene en la industria restaurantera y la responsabilidad de los dueños de establecimientos para con sus clientes. Este incidente en «Batalla de restaurantes» subraya la importancia crítica de la limpieza y salubridad no solo para cumplir con las regulaciones sanitarias, sino también para asegurar la salud y bienestar de los comensales.