Las autoridades griegas anunciaron una alerta de tsunami en las primeras horas de este miércoles tras detectarse un terremoto de magnitud 6 en la escala de Richter. El sismo tuvo lugar en la zona marítima que separa las islas de Kasos y Creta, generando una ola de preocupación entre los habitantes de las islas cercanas.
La medida de precaución tomada por los organismos de emergencia griegos incluyó en enviar mensajes urgentes a los residentes de Rodas, Kárpatos y Kasos, instándolos a evacuar las áreas costeras inmediatamente y seguir al pie de la letra las instrucciones proporcionadas por las autoridades locales. La televisión pública griega, ERT, fue uno de los canales que difundió esta crucial información, señalando la importancia de mantener la calma pero actuar con prontitud.
El terremoto se registró a 19 kilómetros al sur-suroeste de Kasos, con una profundidad focal de 62.5 kilómetros, lo que atenuó parcialmente la intensidad con la que fue percibido en las zonas pobladas, especialmente en Creta y Rodas. Efthimios Lekkas, presidente de la Organización de Planificación y Protección Antisísmica de Grecia, intentó transmitir un mensaje tranquilizador al público, destacando que, dado la profundidad del sismo, este llegó con menor intensidad y, hasta el momento, no se han reportado impactos significativos.
Además, Lekkas aclaró que debido a las características específicas del temblor, se descarta una serie de eventos presísmicos o post-sísmicos de gran magnitud, lo que debería disminuir el temor a réplicas inmediatas. Sin embargo, el presidente de la institución indicó la posibilidad de que se produzcan algunos deslizamientos de tierra, especialmente en la isla de Kárpatos, aunque por el momento no se han reportado daños en las islas cercanas al epicentro.
Este terremoto ocurrió en una región conocida como el arco griego, un área geológicamente activa debido al choque entre las placas tectónicas europea y africana. Cabe destacar que, según las autoridades, este suceso no guarda relación alguna con los terremotos previamente registrados en Santorini o en Turquía, lo que proporciona cierto alivio a la preocupación por potenciales secuencias sísmicas vinculadas a esos eventos.
La situación en Grecia es un recordatorio de la constante vigilancia que se debe mantener en regiones de alta actividad sísmica y la importancia de acatar las instrucciones de evacuación y seguridad emitidas por las autoridades competentes ante la ocurrencia de fenómenos naturales de esta índole.