En un suceso alarmante que tuvo lugar en la plaza del mercado de Mannheim (suroeste de Alemania), un agente de policía perdió la vida y otras cinco personas resultaron heridas en un ataque con arma blanca. El incidente se desarrolló en el contexto de un acto organizado por el movimiento antiislamista Pax Europa, terminando en tragedia cuando un individuo, identificado como un hombre de 25 años de origen afgano, apuñaló a varios asistentes, incluidos el agente fallecido y Michael Sturzenberger, miembro de la junta directiva de Pax Europa.
El Ministerio de Justicia alemán, con Marco Buschmann a la cabeza, ha declarado que existen «pruebas claras» que apuntan a una «motivación islamista» detrás de este lamentable suceso. Este hallazgo ha llevado a que la Fiscalía General asuma ahora la responsabilidad de la investigación. Buschmann, en una declaración difundida a través de la red social X, enfatizó que, si bien el Islam es parte de la sociedad alemana, el islamismo —definido por él como un «acto fanático mortal»— no lo es. Subrayó la creciente amenaza que representa el fanatismo religioso y el radicalismo islámico en la actualidad.
Las palabras de Buschmann también sirvieron para subrayar la prioridad que deben tener las fuerzas de seguridad y el aparato de justicia en prevenir y juzgar actos de naturaleza similar, asegurando que los responsables enfrentarán castigos justos y severos. En un tono de reconocimiento, agradeció a las “personas valientes” que intervinieron para detener al atacante y salvaguardar la seguridad de otros, y expresó sus condolencias a los familiares del agente fallecido.
El atacante, quien ha vivido en Alemania durante la última década, fue herido tras ser neutralizado por disparos de otro policía presente en el lugar, después de haber apuñalado a un segundo agente, quien lamentablemente no sobrevivió.
En cuanto a Pax Europa, la organización se presenta como defensora de los derechos humanos enfocada en educar sobre el «islam político». No obstante, ha sido objeto de críticas y análisis por parte de servicios de inteligencia, como el de Baviera, que en su informe de 2022 señaló a Sturzenberger y a la sección bávara del grupo por promover esfuerzos considerados islamófobos, los cuales atentarían contra la libertad religiosa de los musulmanes.
Este trágico evento refleja la complejidad del tejido social en Alemania, marcado por el debate en torno al Islam, la libertad religiosa y los límites del discurso antiislamista. Mientras las investigaciones continúan, la sociedad alemana se enfrenta una vez más al desafío de equilibrar la seguridad, la cohesión social y el respeto por la diversidad.
