El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha abordado este miércoles en Ciudad Real el caso del empresario Víctor de Aldama, quien es considerado el presunto intermediario en el ‘caso Koldo’. Al ser preguntado sobre si Aldama puede ser comparado con el conocido «pequeño Nicolás», García-Page enfatizó que «probablemente los que tienen intención de corromper llaman a aquellas puertas que son corrompibles».
El presidente del Ejecutivo castellanomanchego hizo hincapié en que su administración se mantuvo firme ante las intenciones de Aldama, revelando que se intentó introducir un contrato de mascarillas a través del aeropuerto de Ciudad Real. «Nos negamos. No nos olió bien. Punto», afirmó.
En referencia a las declaraciones de Aldama, que insinuó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenía conocimiento de la trama, García-Page señaló que este y otros temas relacionados podrían terminar en los tribunales. «Lo primero que tienen que hacer los tribunales es fijar los hechos y a partir de ahí encausar o no hacerlo», explicó, pidiendo cautela antes de emitir juicios.
El presidente también advirtió sobre las graves implicaciones que tienen los casos de corrupción en el sistema democrático y la reputación del PSOE. «Todo lo que son manchas de asuntos turbios y que afecten a planteamientos de corrupción no solo dañan el sistema democrático, sino que dañan elementalmente la columna vertebral de un proyecto que es social», afirmó García-Page.
Finalmente, subrayó su deseo de que los únicos perjudicados por estos pleitos sean «los delincuentes» y manifestó que la dirección del partido y sus federaciones tendrán la oportunidad de defenderse de las acusaciones en cuestión.