Este miércoles se celebra el Día Mundial de la Magia, una celebración que busca reivindicar un arte a menudo subestimado por el gran público. Los magos conquenses Albert –Alberto Fernández– y Mágico Man –Adrián Blázquez–, han querido destacar la relevancia de su oficio coincidiendo con este día y abogan por un reconocimiento mayor de su profesión.
Durante una entrevista con Europa Press, los artistas han expuesto su visión sobre el arte de la magia, que según Albert, consiste en mucho más que simples trucos. Con una trayectoria de más de 15 años en el mundo de la magia, ha explicado que un espectáculo de magia aglutina disciplinas como la danza, el humor y la pintura. De aquí procede su descripción de la magia como «la reina de las artes», y enfatiza que, aunque tiene un componente vocacional fuerte, se requiere una educación formal y una carrera profesional sólida en el ámbito.
Mágico Man, por su parte, subraya la intensa dedicación que demanda la magia. Pone de manifiesto que, a menudo, el público no percibe el extenuante trabajo de preparación que se esconde detrás de cada número mágico. El joven ilusionista, que ha tenido en Albert un referente y un modelo a seguir desde su infancia, recalca la importancia de compartir experiencias y sabiduría dentro de la comunidad mágica para el desarrollo de los aprendices de mago.
Ambos magos están de acuerdo en que empezar puede ser una aventura autodidacta, pero aseguran que la guía de maestros experimentados es esencial para progresar en este camino. Por ello, destacan la relevancia del Día Mundial de la Magia: una oportunidad para recordar la necesidad del apoyo y del aprendizaje constante dentro de su profesión.
Este 31 de enero resuena así con especial significado para Albert y Mágico Man, quienes esperan que la celebración pueda inspirar a más personas a entender y valorar la magia, no solo como un entretenimiento, sino como una disciplina artística compleja y enriquecedora. Citan al legendario Harry Houdini, quien acuñó la frase «la magia es hacer posible lo imposible», como el sentimiento que desean transmitir cada vez que pisan un escenario.
