La última temporada de televisión trajo consigo una de las apuestas más discutidas del panorama mediático: La familia de la tele. Este proyecto, que buscaba llevar el fenómeno de Sálvame a las tardes de Televisión Española, no logró conectar con la audiencia desde su estreno, y a los seis semanas fue cancelado, marcando un hito en la rápida respuesta de la corporación pública ante un evidente fracaso.
Aitor Albizua, uno de los presentadores del programa junto a María Patiño e Inés Hernand, compartió su reflexión sobre la experiencia en una reciente entrevista, reconociendo que el proyecto fue un «auténtico fracaso». Con sinceridad, el presentador asumió su incomodidad en el formato, admitiendo que no sabían cómo avanzar en un ambiente que ya se sentía tenso antes de salir al aire, debido al «fuerte ruido» generado por las críticas y expectativas que rodearon el anuncio del programa.
«Fue una tecla que no funcionó», destacó Albizua, argumentando que, a pesar de la polémica que suscitó el traspaso de Sálvame a TVE, las reacciones fueron exageradas. Sin embargo, con la misma franqueza, el presentador subrayó que la cadena tomó la decisión correcta al retirar el programa para reorientar su contenido.
Hoy, a cuatro meses de aquella experiencia, Albizua disfruta de un nuevo éxito con Cifras y letras, un concurso que ha calado bien en los espectadores. «Estoy gratamente sorprendido con el apoyo», confesó. Mientras sus grabaciones se extienden hasta el verano de 2026, parece que la conexión con el público es mucho más sólida en este nuevo segmento.
Y aunque la sombra de La familia de la tele aún se siente, no todo es desalentador para sus productores. La Osa Producciones, responsable del fallido formato, ahora cosecha éxitos con programas como Directo al grano y Malas lenguas, que han contribuido a un notable aumento en las audiencias de La 1, alcanzando cifras que no se registraban desde hace catorce años.
También hay buenas noticias para proyectos relacionados con el universo de Sálvame. No somos nadie, que se reinventa a partir de Ni que fuéramos Shhh, ha logrado cifras de audiencia prometedoras en su nuevo canal, destacando especialmente entre el público joven. Todo parece indicar que, después de un tropiezo notable, el panorama televisivo se adapta y sigue adelante, con nuevas propuestas y un público siempre en busca de lo mejor.