La décimo tercera edición de FENAVIN ha sido testigo de una de las citas más esperadas: las catas y armonías organizadas por la Fundación Tierra de Viñedos. Este evento, dirigido por Antonio Candelas, director de la revista ‘Mi vino’, se centró en la uva airén, la variedad blanca más cultivada a nivel mundial, cuya producción se concentra casi exclusivamente en Castilla-La Mancha.
La cata monográfica, llevada a cabo en la sala ‘Custodio Zamarra’ y patrocinada por Unicaja Banco, reunió a medio centenar de asistentes, incluyendo al alcalde de Puertollano, Miguel Ángel Ruíz, y miembros de su corporación local. Durante la sesión, se degustaron siete vinos diferentes elaborados con uva airén, entre ellos Pedro Heras de Pedroñeras, Símbolo de Criptana y Dominio de Baco de Alcázar, todos ellos productos de cooperativas que destacan por su innovación en la selección y cultivo de esta variedad.
Además, los presentes tuvieron la oportunidad de saborear otros caldos como Laminio Airén de Villarrobledo, Alejarién Tinaja de Criptana, Guadianeja Airén de Manzanares y Finca Villalobillos de Toledo. Estos vinos demostraron la calidad y el potencial de la airén, desafiando la percepción histórica de esta uva como meramente destinada a la destilación.
El objetivo de esta cata fue resaltar la diversidad y riqueza de esta uva, y desestigmatizar su imagen. «No existen uvas buenas o malas, sino mejor o peor interpretadas», comentó Candelas, subrayando cómo la expresión identitaria de la viña vieja se está reivindicando a través de nuevas formas de producción.
En resumen, el evento evidenció que la uva airén, más allá de su volumen de producción, posee un gran potencial enológico, y gracias a iniciativas como esta, su reconocimiento y valoración continúan en aumento.
Fuente: Diputación de Ciudad Real
