El comienzo del verano ha traído consigo una primera ola de calor en nuestro país, con temperaturas que superan los 40 grados Celsius en el centro y el sur peninsular. En este contexto, el aire acondicionado se convierte en un recurso imprescindible para muchos, aunque recientes medidas gubernamentales de ahorro energético han limitado su uso a una temperatura no inferior a 27 grados en transportes, comercios y empresas. Esta situación ha llevado a un análisis de los derechos y limitaciones de consumidores y trabajadores en relación al uso del aire acondicionado.
El Real Decreto-ley 14/2022, establece que la temperatura en espacios refrigerados no debe ser inferior a 27 grados. Esta normativa aplica a edificios y locales destinados a uso administrativo; comercios como tiendas, supermercados, y centros comerciales; espacios de pública concurrencia como teatros, cines y centros de congresos; establecimientos de restauración, y transportes de personas como estaciones y aeropuertos. Sin embargo, existen algunas excepciones para lugares donde se realice un trabajo físico, como cocinas, gimnasios y discotecas, donde la temperatura puede oscilar entre los 14 y los 25 grados Celsius. Las multas por incumplir estas medidas de ahorro energético pueden oscilar entre 60.000 euros por infracciones leves y hasta 100 millones de euros por las más graves.
En relación a los empleados y su entorno de trabajo, la normativa estipula una refrigeración no inferior a 27 grados Celsius con un nivel de humedad entre el 30% y el 70%. Esta regulación se debe ajustar a la normativa básica existente y recogida en el Real Decreto 486/1997, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. Si se cumple con estas condiciones, sería difícil para un trabajador exigir un cambio de temperatura sin una causa justificada.
Las empresas están obligadas a mantener unas temperaturas máximas y mínimas en el centro de trabajo. Esto implica la necesidad de contar con un sistema de climatización para asegurar el cumplimiento de las expectativas legales. De no ser así, podría resultar complicado garantizar el cumplimiento de estas condiciones.
En cuanto a los trabajadores que se desempeñan al aire libre, la empresa está obligada a adoptar las medidas necesarias para proteger al trabajador de las temperaturas extremas. Si la Agencia Estatal de Meteorología emite un aviso de fenómenos meteorológicos adversos de nivel naranja o rojo, y las medidas preventivas de la empresa no garantizan la protección de las personas trabajadoras, resulta obligatorio adaptar las condiciones de trabajo, incluyendo la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada prevista.
El uso inadecuado de los aparatos de aire acondicionado puede causar problemas de salud importantes. En este sentido, no respetar las normas de climatización en las empresas supone un incumplimiento de las disposiciones legales en materia de salud laboral. Por lo tanto, el afectado podría reclamar a la empresa la reparación de los daños y perjuicios causados si se demuestra que los daños han sido originados por la relación directa existente de los mismos con el citado incumplimiento.
En el caso de consumidores que encuentren un establecimiento sin aire acondicionado, pueden solicitar el cumplimiento de la normativa para mantener una temperatura adecuada. Si el establecimiento no proporciona las condiciones ambientales necesarias, el consumidor tiene el derecho de informar a las autoridades competentes para que inspeccionen el lugar y hagan cumplir la ley.
Los consumidores también tienen el derecho de recibir información sobre las medidas que la empresa está tomando para cumplir con las normas de climatización. Esta información puede incluir detalles sobre el tipo de sistema de climatización utilizado, cómo se mantiene y si hay planes para mejorar la eficiencia energética del sistema. En caso de no cumplir con estas obligaciones, los consumidores podrían presentar una queja ante la autoridad de protección al consumidor y solicitar compensación.
Es importante señalar que, en general, las medidas tomadas por el gobierno en materia de eficiencia energética, incluida la restricción de la temperatura del aire acondicionado, se realizan con el objetivo de reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas medidas también pueden ayudar a reducir los costos de energía para los consumidores y las empresas.
En conclusión, las regulaciones en torno al uso del aire acondicionado se establecen para proteger tanto a los trabajadores como a los consumidores, a la vez que se buscan soluciones sostenibles para el medio ambiente. Es fundamental que todas las partes comprendan sus derechos y responsabilidades y se esfuercen por mantener un ambiente seguro y cómodo para todos.