La Dirección General de Tráfico (DGT) enfrenta una de las filtraciones de datos más graves de su historia. Ciberdelincuentes han puesto a la venta la información personal y vehicular de más de 34 millones de conductores en España. Los datos comprometidos incluyen matrículas, nombres completos, DNIs, domicilios y detalles del seguro vigente de los vehículos. La información se ha ofrecido en un foro especializado en la compra-venta de datos robados desde el pasado 13 de mayo.
La gravedad de la filtración no solo radica en la cantidad de información robada, sino en la precisión y amplitud de los datos. Según la oferta de los ciberdelincuentes, es posible adquirir la base de datos completa o realizar búsquedas específicas sobre individuos, lo que facilita la perpetración de fraudes de identidad y otras estafas.
«Si tienes el DNI, la matrícula y el domicilio, con eso ya puedes elaborar muchas estafas, sobre todo relacionadas con los fraudes de identidad», advierte uno de los especialistas consultados. Este tipo de información es suficiente para que los ciberdelincuentes creen perfiles falsos, soliciten créditos a nombre de las víctimas o realicen otras actividades fraudulentas.
Hasta el momento, la DGT no ha emitido una declaración oficial sobre el incidente. Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación indican que los datos probablemente fueron extraídos en un ciberataque reciente. Los indicios señalan a un actor nacional como responsable del ataque, similar a los recientes incidentes de seguridad sufridos por entidades como Banco Santander, Iberdrola y Telefónica.
El antecedente más cercano a este tipo de ataque ocurrió en marzo pasado, cuando la Policía Nacional detuvo a un joven murciano de 23 años por robar 40 millones de matrículas utilizando, entre otros métodos, el DNI de su madre para acceder a los sistemas de la DGT. Aunque en ese caso el objetivo también era vender la base de datos, las autoridades señalaron que el ciberdelincuente no llegó a comercializar la información robada.
Aún no está claro si la información puesta a la venta recientemente es una copia de los datos robados anteriormente o si se trata de una nueva brecha de seguridad. Los expertos en ciberseguridad coinciden en que el verdadero problema reside en las vulnerabilidades sistémicas de la DGT. «Tiene millones de puertas abiertas, es un problemón», afirma uno de los especialistas.
El aumento de la actividad de ciberdelincuentes en España, que buscan infiltrarse en sistemas gubernamentales y corporativos para robar y vender información rápidamente, agrava la situación. La frecuencia y magnitud de estas filtraciones subrayan la necesidad urgente de mejorar las medidas de seguridad cibernética y proteger la información personal de los ciudadanos.
Con la reciente filtración de datos de la DGT, se hace evidente que la seguridad de la información en las instituciones públicas requiere una revisión exhaustiva y la implementación de nuevas estrategias para prevenir futuros incidentes. Mientras tanto, los conductores afectados por esta filtración masiva deberán estar atentos a posibles intentos de fraude y tomar medidas para proteger su identidad y sus datos personales.
