Tras el azote del fenómeno atmosférico conocido como DANA, Agroseguro ha salido al paso para recordar a agricultores y ganaderos que los daños registrados en sus producciones, ya sean agrícolas o pecuarias, están plenamente cubiertos por el sistema español de Seguros Agrarios Combinados.
El alcance exacto de los daños en la agricultura y la cabaña ganadera todavía está por determinarse, pero las primeras impresiones indican que se esperan siniestros puntuales en cultivos como hortalizas, viñedos, frutales y almendros. Estos daños pueden haber sido causados por las intensas lluvias, inundaciones, viento o incluso impacto del pedrisco. Agroseguro ha resaltado que tales eventualidades están cubiertas por las pólizas del seguro agrario.
Aunque los agricultores y ganaderos aún están en proceso de evaluar los daños en sus explotaciones, la entidad aseguradora ha instado a los afectados a enviar los partes de siniestro tan pronto como puedan acceder a sus terrenos y constatar los perjuicios. Esta pronta comunicación ayudará a agilizar el trabajo de peritación y a iniciar más rápidamente el proceso de indemnización.
Sin embargo, no todo es malas noticias. Aunque el fenómeno meteorológico ha dejado daños puntuales, también ha traído beneficios. Las lluvias, particularmente en áreas donde no hubo inundaciones o arrastres torrenciales, son una bendición para cultivos de secano como el viñedo, girasol, almendro y olivar. Después de un verano sin apenas precipitaciones, este aporte hídrico se presenta como una esperanza para muchos agricultores, especialmente tras un año de sequía extrema.
Agroseguro ha destacado que durante este año se alcanzará un récord en indemnizaciones para cultivos herbáceos de secano debido a la sequía, superando los 450 millones de euros. De esta cifra, cerca del 95% ya ha sido abonado a los afectados en las últimas semanas.
La DANA ha sido un recordatorio de la importancia de estar preparados y asegurados ante los caprichos de la naturaleza. Mientras algunos evalúan los daños, otros ven en el fenómeno una oportunidad de recuperación tras un año particularmente seco.
