Agricultores y ganaderos de Toledo convocados a movilizaciones en Otero y Madridejos este miércoles por organizaciones agrarias

Organizaciones agrarias de Toledo llaman a agricultores y ganaderos a concentrarse este miércoles en Otero y Madridejos

Asaja, UPA, COAG y Cooperativas Agro-alimentarias han emitido una convocatoria conjunta para que los agricultores y ganaderos de la provincia de Toledo se movilicen en una concentración de tractores que tendrá lugar el próximo miércoles 14 de febrero. Este llamado a la acción se dará en dos puntos estratégicos de la provincia: en la A-4 (PK-86), salida de Otero, y en la A-4 también, pero en el km 121, a la altura de Madridejos.

El encuentro está planificado para que comience a las 10:00 horas. Los organizadores han precisado que los puntos de encuentro son en la A-5, PK-86 (salida Otero) y en Madridejos, en la A-4, km 121 (dirección Madrid)-Puente de la Autovía de los Viñedos, km 63 (dirección Toledo).

La protesta tiene por objeto unirse a las distintas movilizaciones que ese mismo día están programadas en varias ciudades, puertos, y a lo largo de las principales carreteras y autovías de todo el país. El motivo de estas acciones es reivindicar un plan de choque ambicioso a nivel europeo, nacional y autonómico, ante la crítica situación que enfrenta actualmente el sector agropecuario, tal como expusieron en un comunicado de prensa.

Las principales demandas del sector incluyen un presupuesto que priorice las inversiones en infraestructuras hidráulicas como una medida esencial, bajo el eslogan «sin agua no hay futuro para el sector». Adicionalmente, piden una reducción de la carga burocrática que pesa sobre los profesionales del campo y una revisión de la Política Agraria Común (PAC) para que se ajuste a la realidad actual del sector. Además, mencionan la necesidad de una Ley de la Cadena Alimentaria que prohíba efectivamente las prácticas desleales, garantizando que los precios de los productos agrícolas y ganaderos cubran los costos de producción. El sector también exige una política de sanidad animal que sea sólida y coherente, y cláusulas espejo que combatan la competencia desleal de los productos importados de terceros países.

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