El 31 de mayo, Día de Castilla-La Mancha, quedará marcado como una fecha de especial relevancia para todos los que trabajamos en pro de la tauromaquia. La Fundación Toro de Lidia ha sido reconocida por la Junta de Comunidades. Es un honor que no solo nos reconforta, sino que también llena de orgullo a todos los que, día tras día, nos dedicamos a defender y promover esta tradición tan arraigada en nuestra tierra.
Este reconocimiento recompensa el gran trabajo que la Fundación Toro de Lidia realiza bajo la dirección ejemplar de Victorino Martín y Borja Cardelús. Ambos han demostrado ser incansables defensores de la tauromaquia, siempre al quite en su defensa. Su dedicación se ha convertido en una fuente de inspiración para todos nosotros que trabajamos desde los capítulos provinciales de la Fundación. Su liderazgo ha sido fundamental para alcanzar este hito, por lo que es justo reconocer su esfuerzo y compromiso.
En este sentido, es de Justicia también destacar la valentía del presidente Emiliano García-Page, quien ha demostrado estar dispuesto a enfrentar el sectarismo del actual ministro de Cultura. En un contexto donde se nos ha obviado de las medallas de las Bellas Artes y se pretende eliminar el premio de tauromaquia, la máxima autoridad de la comunidad ha defendido la importancia de la tauromaquia para Castilla-La Mancha, no solo en el ámbito cultural, sino también en el económico y medioambiental. Su apoyo nos impulsa a seguir trabajando con más fuerza y nos reafirma en la relevancia de nuestra misión.
La tauromaquia representa nuestras raíces más profundas, una tradición que forma parte integral de nuestra identidad regional. Este reconocimiento del gobierno autonómico no solo valida nuestro trabajo, sino que hace hincapié asimismo en la importancia de la tauromaquia para nuestra comunidad.
En este acto de reconocimiento quiero hacer una especial mención al matador de toros de Albacete Sebastián Cortés, quien ha sido distinguido como Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha. Para mí, ha sido un verdadero honor compartir este momento con este hombre, al que admiro y aprecio profundamente. Su trayectoria y dedicación a la tauromaquia son un ejemplo para todos nosotros.
Este reconocimiento nos estimula para seguir adelante con más determinación. Continuaremos trabajando por la tauromaquia con la misma pasión y compromiso, sabiendo que nuestro esfuerzo es valorado y respaldado por nuestra comunidad.