La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha ha calculado que más de la mitad de los incendios forestales registrados esta campaña en la región están originados por el funcionamiento de cosechadoras en terrenos agrícolas, mostrando su preocupación ante lo que podría ser «uno de los años con mayor siniestralidad de la última década».
Tal y como explican en nota de prensa, las condiciones meteorológicas adversas que se vienen registrando prácticamente desde el pasado invierno sumado a la intensa ola de calor de mediados de junio hacen que las previsiones en materia de incendios forestales «no sean nada halagüeñas».
Durante la vigilancia que realiza el Cuerpo de Agentes Medioambientales se llevan a cabo inspecciones a este tipo de maquinaria agrícola para comprobar que cumplen con la obligación de disponer de extintores y de dispositivos matachispas como así lo establece la normativa regional en materia de prevención de incendios.
Así mismo, se vigila que cumplan con la exigencia de cosechar desde la periferia del cultivo hacia el interior en las parcelas que limiten con terreno forestal.
Igualmente durante estas inspecciones se transmite al operario de la cosechadora todas aquellas recomendaciones orientadas a minimizar el peligro de provocar un incendio.
«Desde APAM consideramos que es insostenible la cantidad de intervenciones que se llevan a cabo por el dispositivo de extinción de incendios forestales con motivo de incendios causados por cosechadoras, cuando la gran mayoría de los mismos podrían ser evitados si las recomendaciones que esgrime la Consejería de Desarrollo Sostenible se transformaran en obligaciones