La Asociación de Afectados del Parque Nacional de Cabañeros ha expresado de manera urgente la necesidad de que el traspaso de competencias del parque a la Comunidad Autónoma se acompañe de un plan concreto y efectivo de gestión. Esta demanda se produce en respuesta a la entrevista concedida por la consejera de Desarrollo Sostenible a Europa Press, en la que anticipó la posibilidad de formalizar la transferencia en la presente legislatura.
La asociación se muestra en línea con la postura de la consejera sobre la importancia de este traspaso para la correcta administración del área protegida, pero insiste en que la situación actual del parque es crítica debido a la ausencia de un plan de control poblacional efectivo y la falta de acuerdos indemnizatorios con los dueños de fincas privadas, de acuerdo a lo estipulado por la Ley 30/2014, de 3 de diciembre, de Parques Nacionales.
Se destaca que el Plan de Gestión de Ungulados Silvestres, publicado el 14 de junio de 2023, no posee validez en las áreas privadas del parque sin la existencia de acuerdos previos con los titulares de los terrenos afectados, situación que aún no se ha concretado.
La Asociación de Afectados está predispuesta a colaborar en una gestión compartida que garantice la preservación de dicho espacio natural. Hace notar que en 2023, se aprobó un plan de control poblacional bajo el PRUG, pero limitado solo a las zonas de monte público, y este esfuerzo no ha logrado mantener las poblaciones de ungulados en los niveles deseados.
El Parque Nacional de Cabañeros consta de una porción estatal y fincas privadas, estas últimas representan el 42% de la extensión del parque y se han visto afectadas por la prohibición de cualquier práctica cinegética de control desde la expiración del plazo de 6 años establecido en diciembre de 2020, por parte de las autoridades de Castilla-La Mancha.
La proliferación descontrolada de ungulados ha puesto en peligro la conservación del parque, según indica la asociación, y recalca que hasta la fecha no se han establecido acuerdos efectivos para una gestión sostenible y respetuosa del entorno natural. Concluyen que la inactividad en este sentido ha llevado al deterioro pronunciado del ecosistema, perjudicando tanto a la flora como a la fauna del Parque Nacional de Cabañeros.
