En un evento de campaña singularmente conducido por Oprah Winfrey, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, quien también es la candidata demócrata a la presidencia, defendió vigorosamente la renovación de la prohibición de los rifles de asalto, una medida que, según ella, es crucial para aumentar la seguridad pública. Mientras tanto, Harris admitió ser propietaria de un arma, revelación que hizo entre risas tras una pregunta directa de Winfrey. «Si alguien irrumpe en mi casa, recibirá un disparo», expresó Harris, añadiendo rápidamente que seguramente no debería haber compartido ese detalle tan abiertamente.
Este comentario ha revivido el debate sobre la posesión de armas en Estados Unidos, un derecho consagrado en la Constitución del país pero que también ha sido centro de intensas discusiones políticas y sociales, especialmente ante la creciente incidencia de tiroteos masivos. Harris, quien ya había revelado previamente poseer un arma durante un debate presidencial contra Donald Trump, enfatizó la necesidad de una regulación más estricta que prohíba los rifles de asalto, implicados en muchos de estos lamentables incidentes.
El evento, que se sintió más como un episodio de los aclamados programas de televisión de Winfrey que un acto político convencional, también sirvió de plataforma para que Harris abordara otros temas críticos. La candidata defendió el acceso al aborto en Estados Unidos, así como una reforma migratoria que fortalezca los recursos de la Patrulla Fronteriza, buscando enfrentar las complejas cuestiones de seguridad y humanidad inherentes al tema migratorio.
La participación de celebridades como Meryl Streep y Jennifer López le añadió brillo al evento, resaltando el apoyo que Harris tiene dentro de la comunidad artística y de entretenimiento, un sector que históricamente ha tenido una voz activa en la política estadounidense.
La intervención de Harris refleja su esfuerzo por equilibrar cuestiones de seguridad personal con el imperativo moral y político de controlar la proliferación de armas de asalto. La admisión de propiedad de un arma por parte de Harris, mientras defiende la prohibición de los rifles de asalto, ofrece un ejemplo vívido de los equilibrios y tensiones que definen el debate sobre el control de armas en Estados Unidos, una nación profundamente dividida por este y otros temas trascendentales.